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Pobladores de El Ojoche hicieron un llamado urgente a las autoridades porque ya no aguantan el hedor del agua putrefacta que emanan de dos manjoles. LA PRENSA/E. LÓPEZ

No soportan el hedor en El Ojoche, León

Pobladores de El Ojoche, al oeste del barrio Sutiaba, León, denunciaron que es insoportable  el hedor por el agua putrefacta que sale de dos manjoles

Pobladores del sector El Ojoche, al oeste del barrio Sutiaba, denunciaron que es insoportable  el hedor por el agua putrefacta que sale de dos manjoles, desde hace ocho años.

Aseguran que cada vez que llegan los de mantenimiento de Enacal “solo hacen la mueca y se van” y  al día siguiente sigue el mismo problema. En la zona afectada hay unos 60 adultos  y 20 niños.

El agua de los manjoles sale constantemente y circula por la calles aledañas del barrio. LA PRENSA intentó conocer la versión  del delegado de Enacal, pero  el guarda de seguridad de la empresa dijo que no se encontraba.

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“Le hago un llamado al delegado de Enacal (Ignacio Zamora) a que resuelva este problema, se le ha mandado a decir, yo incluso fui a decirle, hacen caso omiso y a medida que pasa el tiempo  perece  la población; que el delegado ponga cartas en el asunto, que eche su buen oficio como trabajador del gobierno”, manifestó Juan Missael Flores Bárcenas, de 57 años.

Agregó: “Si el pueblo es presidente, acatemos las órdenes, lo que el pueblo está pidiendo, el Gobierno ha anunciado que quiere una ciudad limpia y sana, que nuestro Gobierno municipal se ponga al frente de esta gran situación”, expresó Flores.

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Agregó que todos los días llegan estudiantes a comprar a su pulpería y tienen que saltar las corrientes de agua putrefacta.

“Ya tenemos rato de estar en esa cochinada, necesitamos que eso se detenga, hay varios chavalitos que se han enfermado”, dijo Alí Vanegas, de 55 años.

Por su parte Bertha Picado, de 57 años, quien tiene aproximadamente 30 años de habitar en este sector, dice que el problema tiene ocho años. “Los niños se han enfermado de diarrea, calentura… cuando uno está comiendo a veces rompen las llaves de la bomba y se viene todo el mal olor”, expresó Picado.

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“Hace poquito vinieron porque estaba en toda la calle el agua sucia, pero siempre se daña, cuando el sol seca eso ni quiera Dios el hedor, no podemos ni pasar para allá porque tenemos que pegar un brinco”, dijo.

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