No es casualidad que las estaciones secas sean más calientes y que el bochorno se perciba con mayor intensidad; todo responde a que la temperatura en Nicaragua ha ido en ascenso en los últimos años.
Solo en la zona central del país el incremento hasta el 2015 fue de 0.8 grados centígrados, según datos emitidos por el asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), José Milán.
Este impacto también se ha hecho sentir en el Caribe del país, ya que durante los últimos cinco años, el incremento de la temperatura ha sido de 0,9 grados centígrados aseguró Milán. A la par, también ha sido evidente la disminución de las precipitaciones sobre el territorio nacional. Según datos del Ineter, la reducción de lluvia oscila entre un 12 y 24 por ciento.
No obstante, en la estación lluviosa del 2017, según análisis del Centro Humboldt, se registraron precipitaciones de tres dígitos en un solo día, y en general, las normas históricas, fueron superadas.
Milán informó sobre esta situación como parte del contexto climático que rodea la elaboración de la Política Nacional de Cambio Climático, que trabaja el Gobierno y que en este momento se encuentra en consulta con diversos sectores, pero no con las organizaciones ambientalistas.
De acuerdo con Agustín Moreira, agrometeorólogo del Centro Humboldt, es un hecho que la temperatura ha aumentado y una de las zonas donde ese hecho se percibe más es en el occidente del país, cuyo golpe de calor podría superar los 40 grados centígrados en los meses más secos del año (marzo y abril).
Otro de los efectos más evidentes del incremento de la temperatura se ha sentido en la región central, que se caracteriza por la producción de café, cuyos rangos de temperatura para una producción óptima se sitúa entre 19 a 22 grados celsius.
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El informe Clima y Café, elaborado por Centro Humboldt, estima que el incremento de la temperatura en los territorios cafetaleros será de al menos 0.9 grados centígrados para los próximos años (2016-2020).
Mundo cada vez más caliente
Nicaragua es parte de un mundo que se caliente año tras año. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el 2017 fue declarado el año más caliente sin incidencia del fenómeno de El Niño, desde que se tienen registros.
La temperatura media mundial en la superficie en el 2017 superó aproximadamente en 1.1 grados celsius a la de la era preindustrial, según uno de los comunicados de la OMM. No obstante, el año 2016 sigue siendo el año más cálido registrado.
De acuerdo con Moreira, la pérdida de cobertura boscosa incide en diversos factores, pero uno de los más sentidos impacta en la calidad del aire que respiran los nicaragüenses, puesto que al tener menos árboles la captura de carbono disminuye, y por consiguiente, se da mayor contaminación atmosférica.
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LAPRENSA/L. GONZÁLEZ.
Fuente: Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter)
Acciones para mitigar
Pese a que Nicaragua solo es responsable del 0.03 por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel mundial, los ejes planteados en la Política Nacional de Cambio Climático, incluyen acciones enfocadas en la mitigación y adaptación.
El asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), José Milán, explicó que el documento cuenta con siete lineamientos, entre estos, el desarrollo de una estrategia energética baja en carbono con capacidad de adaptación al cambio climático, es decir, incrementar la cobertura eléctrica considerando la inversión en fuentes renovables. Otro de los lineamientos es el desarrollo de infraestructura como carreteras y edificios destinados para la producción y servicios, que deben de estar adaptados al máximo aprovechamiento de energía natural.
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Misma posición de París
Aunque Nicaragua es uno de los países firmantes del Acuerdo de París, el asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), José Milán, expresó que la posición de Nicaragua se sostiene; el país alegó que los objetivos trazados son lo suficientemente ambiciosos para mantener la temperatura media global por debajo de los 1.5 grados centígrados; sin embargo, los compromisos de los países más contaminantes no responden a cumplir con la meta establecida.
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0.7 grados centígrados
en promedio ha sido el aumento estimado de la temperatura nacional, según datos brindados por el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter)