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Harold Rivas, Costa Rica, embajador de Nicaragua

Harold Rivas, exembajador se Nicaragua en Costa Rica. LA PRENSA/ Cortesía La Nación

Destitución de Harold Rivas fue “abrupta e inesperada”, afirma exembajador de Costa Rica en Nicaragua

La destitución de Harold Rivas se da un mes después que Estados Unidos sancionó a su hermano Roberto Rivas Reyes, presidente del CSE, por corrupción y violación de derechos humanos hacia los nicaragüenses.

Al exembajador costarricense en Nicaragua, Javier Sancho, le llama la atención el contexto en el que se da la remoción abrupta de Harold Rivas Reyes como embajador en Costa Rica, así como la de su esposa Jeannette Pérez, quien ostentaba el cargo de cónsul general.

Dicha destitución se da un mes después que Estados Unidos sancionó a Roberto Rivas Reyes, presidente del poder electoral, por corrupción y violación de derechos humanos de los nicaragüenses.

“Es una salida, diría, abrupta de alguna forma, inesperada también porque se conoce de la cercana relación de los hermanos Rivas Reyes con el presidente de la República (Daniel Ortega) y la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo”, analiza Sancho.

Investigan a Roberto Rivas en Costa Rica

“Me extraña que también se dé en el contexto de las investigaciones que está realizando Estados Unidos… y la Fiscalía en Costa Rica está en un proceso que todavía es privado de investigación de las propiedades u otros bienes que pudiese tener en territorio nacional Roberto Rivas Reyes”, añade Sancho.

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Sancho es un reconocido diplomático de carrera que sirvió como tal a Costa Rica durante más de 40 años. Se jubiló en 2016 y sus últimos cuatro años los sirvió como embajador de su país en Nicaragua, en momentos de relaciones frías por conflictos fronterizos entre ambos países.

Al exdiplomático también le llama la atención que la comunicación de la cancillería de Nicaragua a su par de Costa Rica, para informar del retiro de Harold Rivas y su esposa, se haya hecho con rapidez el pasado sábado. Es decir, en fin de semana, y fue de canciller a canciller.

“Decisión contundente”

“Los Estados, los gobiernos en este caso, tienen la facultad de remover libremente a sus diplomáticos. Esa es una norma diplomática que se utiliza en todas partes del mundo. Sin embargo, siempre hay un plazo prudencial por cortesía hacia el Estado receptor, en este caso hacia Costa Rica, por cortesía a las autoridades de otros niveles en el país, que se debe dar un tiempo prudencial para informar de este retiro. Me parece que aquí fue una decisión tomada de manera rápida y contundente”, añadió.

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Sancho no quiso opinar sobre la investigación penal, por supuesto blanqueo de capitales, que abrió la Fiscalía de Costa Rica contra Roberto Rivas, porque dijo conocer solo lo que han informado medios de comunicación y además el proceso está en una etapa privada de recolección de hechos probatorios.

Recuerda uso indebido de carros diplomáticos

Sancho era el jefe de Protocolo de cancillería cuando el diario La Nación publicó el uso indebido de parte de la familia de Roberto Rivas, de tres vehículos diplomáticos importados por funcionarios de la embajada de Nicaragua en San José.

Todo inició cuando la Policía de Tránsito, en Santa Ana, San José, atendió un accidente en el que se vio involucrado uno de esos vehículos diplomáticos, el cual era conducido por Ileana Delgado Lacayo, esposa de Roberto Rivas.

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Sanción contra Roberto Rivas
El todavía magistrado presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas siempre está fuertemente custodiado, esto impide que los medios lo interroguen. LA PRENSA/M.ESQUIVEL

“En este caso, al no estar ella acreditada como un agente diplomático, ahí hay una violación al principio de inmunidad de la cual ella no gozaba. La Nación hizo una exhaustiva investigación de ese caso, que fue conocido por los costarricenses y nicaragüenses. Fue una situación difícil, compleja, que finalmente se llegó a una conciliación y no pasó a más”, recuerda Sancho.

“¿Dónde está el detalle de este asunto? En que los vehículos fueron importados a nombre de funcionarios diplomáticos, pero eran utilizados por personas que no tenían esa condición como agentes diplomáticos ante el Gobierno de Costa Rica, eso es lo que no permite ni la convención de Viena y tampoco leyes fiscales de Costa Rica y tampoco imagino las leyes de Nicaragua”, insistió Sancho.

Salida de embajador no afecta relaciones

Por su parte, el también exembajador de Costa Rica en Nicaragua, Rodrigo Carreras, de reconocida carrera diplomática en este país, opina que desde el punto de vista diplomático la salida repentina de Harold Rivas “no es algo usual”.

No obstante, aduce que estas situaciones ocurren “de cuando en cuando”, de acuerdo con los intereses de los países y “de acuerdo con las cuestiones administrativas” de sus respectivas cancillerías.

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“Pero eso es normal, normalmente uno no puede manejar la política exterior con base en la imaginación. Uno puede elucubrar, puede analizar, pero uno no puede tomar decisiones con base en imaginaciones”, dijo Carreras.

Carreras, quien se jubila del servicio exterior esta semana y fue embajador en Nicaragua durante el gobierno de Enrique Bolaños, no cree que la ausencia de un embajador nicaragüense en Costa Rica altere aún más las relaciones bilaterales entre los dos países.

Auditoría cuando estuvo en Washington

Cuando en 2007 el gobierno de Daniel Ortega nombró a Harold Rivas como embajador de Nicaragua en Costa Rica pasó por alto una auditoría especial que fue practicada cuando este se desempeñó como cónsul general en Washington, Estados Unidos, la que demostró que incurrió en faltas administrativas.

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La misma concluyó que Rivas incumplió con la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República, la Ley de Probidad de Servidores Públicos, del Servicio exterior, así como normas técnicas de control, pues demostró que durante el período auditado del primero de enero al 12 de septiembre de 2005 Harold Rivas Reyes incurrió en faltas administrativas, tales como depositar con retraso los ingresos del consulado por servicios consulares, transferir con retraso esos fondos a la Tesorería General de la República, así como depositar ingresos del Consulado de Nicaragua en Washington en cuentas personales.

El argumento de Harold Rivas Reyes

Sobre los depósitos tardíos, Rivas alegó en ese entonces que el retraso obedecía a que los ingresos muchas veces no superaban los 250 dólares y que el cargo ostentado no tenía asignado ni vehículo ni conductor ni mensajero, tampoco recursos para el pago de combustible ni pagos de parqueo.

En el comentario que hace el auditor señala que el alegato de Harold Rivas Reyes “no desvanece lo notificado”, pues en la revisión quedó demostrado que muy pocas veces el Consulado recibió ingresos consulares menores a los 250 dólares y en cuanto al pago de vehículo y otros debió exponerlo a las instancias superiores de la cancillería.

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La auditoría especial firmada por el auditor interno Guillermo A. Lara Sandino a su vez menciona entre los hallazgos que Rivas llegó a abrir una línea de crédito por veinte mil dólares sin existir autorización escrita por las autoridades del Ministerio del Exterior.

Al tiempo que tomó decisiones que no le correspondían, como disponer de los activos del Consulado dejándolos en garantía y hasta llegó a renunciar a su inmunidad para respaldar dicha transacción bancaria ante un banco en Washington. Esto ocasionó el congelamiento y cierre definitivo de las cuentas bancarias a nombre del Consulado de Nicaragua en Washington.

Firmas libradoras

Para entonces las firmas libradoras eran Harold F. Rivas, Sara González y Dinora Guevara, “el banco manifestó por escrito que las cuentas requieren una sola firma para librar fondos”.

Mientras Sara González, secretaria consular de ese Consulado, explicó “que firmaba cheques con la regularidad que el licenciado Harold Rivas Reyes se lo solicitaba y que lo hacía de buena fe, por tal razón no le pedía mayores explicaciones al Lic. Rivas Reyes en cuanto a librar o soportar cheques”.
Una fuente confió a LA PRENSA que tras esta auditoría Rivas Reyes fue cesado en su cargo, pero en 2007 con el gobierno de Daniel Ortega lo nombró nuevamente en el servicio exterior.

Explicación de excanciller

El excanciller Norman Caldera no precisó sobre ese caso, pues recordó que su cargo le reclamaba múltiples tareas y la parte administrativa la llevaba el secretario general, pero “si está ahí el documento, debe ser cierto”. Y recordó que cuando surgían situaciones anómalas, existía un comité que decidía la investigación.

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Sobre su consideración de cómo puede ser que un diplomático que resultó con hallazgos en una auditoría pudo ser confirmado en un cargo como el de Harold Rivas Reyes, Caldera dijo que las únicas veces que hubo concurso para hacer carrera diplomática fue durante su administración, antes o después se han hecho “de dedo”.

Además, porque los cargos de cónsul y embajador “no estaban metidos dentro del escalafón, porque esos son nombramientos directos del presidente, no están sujetos al servicio diplomático… cónsul y embajador son cargos más políticos”.

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