Aunque no alcanzó su éxito a través de una instrucción académica formal, Dennis Martínez sabe que la educación es la clave para escapar de las limitaciones y dar un salto hacia el futuro.
Después de abandonar la universidad, desistiendo de ser ingeniero, Dennis se hizo estudioso del beisbol y afinó sus habilidades para colocar sus disparos, cambiar velocidades, modificar el punto de aterrizaje y alterar el balance en los bateadores.
Se hizo un estudioso de su físico y lo acondicionó para una larga y exitosa travesía por las Grandes Ligas, mientras exhibía la precisión de un cirujano, la fuerza y el fuego de un competidor y la ambición de un perseguidor de metas determinado.
Y aunque quizá en algún momento Dennis habrá sentido que predica en el desierto, la verdad es que no ha dejado de llevar su mensaje a los más jóvenes: el deporte es una puerta a las oportunidades, pero a ella se llega a través de los estudios.
Así insistió ayer Martínez, mientras ofrecía detalles sobre la Perfect Game League, cuya tercera edición será inaugurada al final de mes. El ex big leaguer enfatizaba en que el deporte debería ser visto como un vehículo, no como un destino final.
Durante 23 años, Dennis se sostuvo en el máximo nivel del beisbol y eso requiere de mucho estudio, mucho análisis y mucha información para tomar decisiones. Y mientras forjaba su récord de 245-193 y 3.70, enseñaba el resultado al esfuerzo.
Ahora Martínez, junto a Jorge Ayestas, trata de motivar a los jóvenes, les lleva un mensaje de aliento y los anima a través del beisbol, pero sobre todo, les deja claro que el puente que unirá sus anhelos con la realidad, será la disciplina que le impriman a sus estudios.
Y él sabe de lo que habla.