Aunque una de las áreas destinadas para la conservación, según datos brindados por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (Marena), son las reservas de biósfera, entre estas, Bosawas y la de Río San Juan de Nicaragua, estas viven procesos de deforestación y saqueo de sus recursos que no se reflejan en el nuevo mapa ambiental.
El pasado 30 de enero el Marena presentó el Mapa Ambiental de Nicaragua, un instrumento compuesto por tres partes: áreas de interés para la conservación; reforestación y regeneración natural y ecoregiones, ecosistemas y biodiversidad.
En el primer mapa, el Marena muestra un compendio de las áreas protegidas en el país, las zonas de reserva de agua y las reservas de biósfera.
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Además, señala los sitios Ramsar (humedales de importancia internacional), pero no establece niveles o categorías de restauración o procesos de conservación, consideró la docente titular de la Universidad Nacional Agraria (UNA), Emelina Tapia.
El mapa, según Tapia, tiene elementos interesantes y permite identificar cuáles son las áreas protegidas, incluyendo las privadas; sin embargo, son datos cuantitativos y no cualitativos que permitan conocer en qué condiciones se encuentran las distintas áreas señaladas.
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En la presentación de este instrumento, a la que no fue invitada LA PRENSA, el asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), José Milán, sostuvo a medios oficialistas que con esta nueva herramienta se busca tener una fuente de información para los nicaragüenses, la planificación y el uso de los recursos naturales de forma sostenible, destacó.
Tapia, por su parte, consideró que no se conoce el nivel de conservación o el nivel de no conservación que tiene un determinado lugar, y no sabe si habrá algún documento que contenga dicha información o bien, es información que hace falta definir un poco más en el mapa, sostuvo la también especialista en restauración y conservación de ecosistemas.
LAPRENSA/L. GONZÁLEZ
Otros mapas del sector ambiental
Los mapas que conforman esta publicación es el referido a las regiones ecológicas, ecosistemas y biodiversidad y el Mapa Nacional para la Reforestación y Regeneración Natural. En el primero, el Marena destacó que el país tiene 68 ecosistemas, lo que representa el sesenta por ciento de 114 ecosistemas existentes a lo largo del Istmo Centroamericano.
Mientras tanto, en el segundo mapa, el Gobierno destaca los logros alcanzados mediante la Cruzada Nacional de Reforestación para recuperar la materia boscosa, cuyos resultados han sido de 65, 224.80 hectáreas reforestadas; sin embargo, para el ambientalista Jaime Incer Barquero, el ritmo en que se siembra no corresponde con el que se despala.
Del papel a lo real
De acuerdo con el último Índice de Desempeño Ambiental (2018), Nicaragua se situó en el puesto 97 con una puntuación de 55.04, es decir, que el país presentó una leve mejora en comparación con el puesto del ranking anterior (115).
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No obstante, para el ambientalista Jaime Incer Barquero, para construir dicha información se valora el marco regulatorio del país, que “es bellísimo” porque Nicaragua tiene buenas leyes, pero el problema radica en su aplicación y en ver cuál es la realidad, ya que solo se habla de la protección de la biodiversidad, pero solo está en papel.
Incer ha sido crítico de la deforestación en las áreas protegidas como la Reserva de Biósfera Bosawas y la Reserva Biológica Indio Maíz.
3 reservas
de biósfera reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (Unesco), a través del programa Hombre y la Biósfera, tiene Nicaragua.