La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya resolvió todos los conflictos limítrofes entre Nicaragua y Costa Rica y repartió las aguas en el Pacífico, redujo el monto que Nicaragua debe pagar por los daños de Edén Pastora en los humedales costarricenses, otorgó a San José aproximadamente el 25 por ciento de lo que pretendía en el Caribe y reconoció su soberanía sobre una barra de arena donde está instalada una base militar nicaragüense.
El golpe más duro lo recibió Nicaragua cuando la Corte estableció que la frontera entre ambos países no comenzaba en Punta Castilla, como lo establecen varios laudos, sino muy al sur del Río San Juan.
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La Corte estableció que del área en disputa en el Pacífico, 93,000 kilómetros cuadrados pertenecen a Costa Rica y 71,500 a Nicaragua.
En el Caribe, el tribunal de Naciones Unidas le otorgó más de 73,000 kilómetros a Nicaragua y afirma que Costa Rica tiene soberanía sobre toda la parte norte de Isla Portillos, incluida la costa hasta la parte derecha de Río San Juan con excepción de Harbour Head y la separación del Caribe, que pertenece a Nicaragua.
Al inicio de la lectura de sentencia, la CIJ estableció que Nicaragua deberá pagar a Costa Rica 378, 890 dólares de los 6.7 millones que San José pretendía por los daños que les causó Pastora al dragar en territorio costarricense.
La reacciones oficiales
La vicepresidenta y vocera del gobierno de Daniel Ortega, Rosario Murillo, emitió una nota de prensa triunfalista, celebrando que, según ellos, la CIJ rechazó el 95 por ciento de las peticiones de Costa Rica.
“El fallo, que fue aprobado por una votación de 15 a 1 (con el único voto disidente del juez ad hoc de Costa Rica), representó una gran derrota para Costa Rica y sus pretensiones, y una reivindicación de la posición de Nicaragua”, dijo Murillo en la nota de prensa.