El viento y el frío en esta temporada podría afectar considerablemente la producción de miel en el departamento de Nueva Segovia, lo que para muchos apicultores significa reducción en sus ingresos.
El viento que sacude a los árboles en este período bota las flores que las abejas Apis buscan para chupar el néctar que produce la miel, pero además junto con el fenómeno de bajas temperaturas, obstaculiza el vuelo de estas que necesitan alimentarse y alimentar sus colmenas, reduciendo considerablemente la producción de miel.
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El ingeniero Pedro Aráuz Rugama, del Grupo de Promoción de la Agricultura Ecológica (GPAE), que brinda asistencia técnica al sector agropecuario en el departamento de Nueva Segovia, manifestó que los vientos cada vez más se intensifican y por lo tanto el productor debe ir buscando alternativas para evitar pérdidas.
En Apamiguel, el Cuyal, en Mozonte; en Amatillo, Macuelizo; en Arenales de Quilalí, en Nueva Segovia, se localizan los grupos de apicultores a pequeña escala de 5 a 10 colmenas, atendidos por el GPAE y la miel es su principal fuente de ingresos. Otros están localizados en Dipilto, Santa María y San Fernando.
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“Ahorita las lluvias y los vientos son más fuertes en relación con los años anteriores y las abejas resienten más esos cambios reduciendo considerablemente la producción de miel”, enfatizó Aráuz Rugama, quien especificó que las zonas más afectadas son las más altas y más deforestadas.
Sugirió a los productores que deben realizar plantaciones con floraciones más cercanas a las colmenas “para que las abejas no tengan que recorrer tanta distancia para alimentarse y así evitar que la producción de miel reduzca”.
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