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Alexander Espinoza y Mikhail Aloyan en Sochi, Rusia. LAPRENSA/REPRODUCCIÓN

¡Sin reproches! Alexander Espinoza pierde por decisión dividida en Rusia

Peleando por el título Internacional de las 118 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el joven pinolero se creció e hizo crecer a Aloyan. Este peleador, que fue medallista olímpico y campeón amateur, tuvo que sacar a relucir su orgullo para sobrevivir y evitar el declive.

Alexander Espinoza llevó ritmo en las piernas, música en los puños y fortaleza en el corazón. Hizo un combate de gran nivel, complicó a Mikhail Aloyan, provocó mucho silencio entre el público de Sochi, Rusia, y cuando parecía que podía entrar a las puertas del cielo, perdió las llaves. No hay nada que reprocharle al muchacho nicaragüense. Nunca abrió la boca como el ruso, nunca perdió el empuje de ir hacia al frente aún cuando en el noveno asalto el ruso le conectó cuatro golpes con mucho veneno al rostro, tampoco fue síntoma de retroceder. Supernova perdió porque así es el boxeo, mientras el periodista anotó un empate (95-95), un juez lo vio ganador (96-94), otro perdedor por uno (96-95) y el último por dos (96-94).

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Peleando por el título Internacional de las 118 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el joven pinolero se creció e hizo crecer a Aloyan. Este peleador, que fue medallista olímpico y campeón amateur, tuvo que sacar a relucir su orgullo para sobrevivir y evitar el declive. Aunque es la primera derrota en la carrera de Espinoza (15-1) su demostración es el reflejo de su desarrollo. La presentación de Espinoza no tiene nada que ver con la de Yader Cardoza, Marvin Solano y Hermógenes Castillos, los tres primeros vencidos en la carrera de Mikhail.

Así fue la pelea

El combate no tuvo dueño porque en cada asalto, el rey era diferente. No se vio dominar a ninguno tres rounds de forma consecutiva. Supernova aprovechó el primer asalto para conectar sus rectos de derecha mientras Aloyan se posicionaba. Durante el segundo, Aloyan fue más constante, sin embargo, una repetición de upper cuts del nicaragüense invitaron a creer en el siguiente. A partir del tercero Supernova empezó a atacar los bajos con más frecuencia, Aloyan aprovechaba el ataque a los bajos del nica para descargar su mano derecha. En este asalto Espinoza aguantó sin queja alguna y cuando pudo, atacó en el cuerpo a cuerpo. Su resistencia consiguió resultados.

A pesar que en el cuarto la balanza se inclinó a Aloyan por sus combinaciones repetidas que impactaron al nica y mejor movilidad sobre el cuadrilátero, todavía no se había visto la explosión total del púgil pinolero. En el quinto el trabajo a los bajos de Espinoza empezó a dar resultados, pero era suicida. Se trataba de golpear el Talón de Aquiles pero a cambio de eso, era soportar las combinaciones del rival al dejar libre la guardia. El público estaba callado. El ruso perdió un poco de movilidad pero su golpeo fue más preciso y más claro.

El mejor asalto de Espinoza

En el sexto asalto fue donde Supernova recitó su monólogo. El ruso agotado se guardaba las manos y el nuestro no paraba de tirar golpes. Una máquina con energías infinitas. Alexander sacó provecho en el cuerpo a cuerpo, con la izquierda en upper y luego en cruzado llegaban en repeticiones, mientras la derecha en recto hacía el trabajo de inflamación en el ojo izquierdo de Aloyan. Este fue el mejor round del púgil de Managua, al punto que todo su cuerpo estaba conectado, realizó unos movimientos de piernas exquisitos, mientras cambiaba ángulos para fabricarle dolor al ruso.

Tras un séptimo episodio disputado pero inclinado nuevamente para Espinoza, cedió en los siguientes do rounds hasta cerrar fuerte en el décimo. Durante el octavo el ruso tiró hasta el último aliento, maltrató limpiamente la cabeza de Espinoza. Fueron cuatro golpes mortales consecutivos, no obstante, el nuestro seguía de pie como un roble y tenía la durabilidad de un jenízaro.

Terminó la pelea y los pulmones de Espinozan estaban  para empezar de nuevo, coraje para no retroceder y fuerzas para no caer. El muchacho perdió en su primera incursión en el exterior, pero lo hizo cerrándole el ojo al ruso, pero no fue de guiño.

Deportes alexander espinoza Mikhail Aloyan archivo

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