Una adolescente de 14 años nunca se imaginó que el día que naciera su tercera hermana, el 25 de enero de 2017, sería aprovechado por su papá para violarla, mientras su madrasta estaba en el hospital recién parida. El agresor tiene 35 años y ahora guarda prisión por abuso sexual y violación agravada en perjuicio de su hija.
La causa se ventila en el Juzgado Sexto Distrito especializado en Violencia de Managua, donde se realizó la audiencia preliminar y se programó audiencia inicial para el próximo 17 de febrero.
Según la acusación por abuso sexual del Ministerio Público, la víctima se venía a Managua a pasar vacaciones escolares con su papá, ya que viven separados desde hace 10 años, situación que fue aprovechada por el padre agresor para primeramente abusar de ella y luego violarla.
El 9 de enero de 2017, la adolescente llegó a la casa de su papá ubicada en un barrio capitalino, donde vive con su nueva pareja que estaba embarazada, y con dos niños más. El 15 de enero, el acusado empezó a hacerle comentarios como “veo cambios en tu cuerpo, te veo pistoluda”, entre otras cosas impropias.
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El acusado buscaba los momentos en que su actual pareja estuviera ocupada en los quehaceres del hogar o llegara una visita, para abusar de su hija.
De esta manera el 17 de enero, mientras la señora recibía una visita y la víctima estaba en el cuarto viendo televisión con sus otros hermanos menores, el agresor entró y le dijo al oído “vení al otro cuarto que te voy a revisar”.
Ese día le quitó la ropa y le tocó sus partes íntimas con dedos y boca y le advirtió que eso quedara entre ellos que era normal. Otro día hizo lo mismo, pero en el carro aprovechando que la esposa estaba lavando. Hasta que la violó la madrugada del 26 de enero, cuando regresaba del hospital de dejar a su esposa para dar a luz.
Le dijo a su hija “te amo”, después de violarla
El día de la violación la adolescente de 14 años estaba dormida junto a sus dos hermanos menores y su papá la llegó a sacar “para revisarla”, pero esta se opuso, fue cuando la jaló fuertemente del cabello a su cama y le dijo que se quitara la ropa .
Cuando amaneció, el agresor se alistó para irse al hospital a ver a su nueva hija y al despedirse le dijo a la menor que lo volverían a hacer y que a cambio le compraría lo que ella quisiera. Hasta un beso le dio en la mejilla y le dijo: “Te amo”.