El ser humano es el único mamífero que continúa bebiendo leche una vez pasada la época de lactancia. Sin embargo, este alimento ha sumado multitud de detractores. De acuerdo con el presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición de España, Ángel Gil, la mala fama de la leche se debe a informes no científicos que aparecen en los medios de comunicación y que tienen poco fundamento.
Por ejemplo, Gil dice que no es verdad que la leche solo debe tomarse en la niñez, porque es uno de los alimentos más completos que existen. La tesis de que la leche sin lactosa es mejor es cierta pero solo en personas con intolerancia a la lactosa. Tampoco es verdad que la leche sube el colesterol.
A la revista Buena Vida, de El País, Gil explicó que no está demostrado científicamente que el consumo de leche se relacione con el aumento de colesterol. En el caso de que la leche contiene azúcar, es verdad, pero es natural y no tiene añadidos. Cumple funciones relevantes en el organismo.