Aunque la Ley Orgánica de la institución no lo contempla entre sus funciones, desde que asumió el cargo hace cuatro años, el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Leonardo Ovidio Reyes Ramírez, ha consolidado su omnipresencia en todos los ámbitos del sector productivo y económico, a pesar de que, según la Ley 732 —Ley Orgánica del Banco Central de Nicaragua—, este debería ser un ente descentralizado del Estado.
Y mientras el retraso en las publicaciones y hasta la ausencia de información que es una de las principales funciones de esa entidad se vuelve cada vez más común, para el sector empresarial Reyes se ha convertido en una especie de segundo al mando en el esquema de centralización del poder, que desde la secretaría del gobernante Frente Sandinista dirige la primera dama Rosario Murillo.
En enero del 2014 Reyes asumió la presidencia del BCN y a los pocos meses comenzó a convertirse en “el soluciona problemas” y funcionario de “consulta obligada” para la toma de decisiones del sector productivo y otros sectores económicos, según afirman fuentes de varios sectores económicos.
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Su poder se ha ampliado de tal manera que alcanza ámbitos como el de la producción agropecuaria. El titular del Ministerio Agropecuario (Mag), Edward Centeno, pasó a segundo plano, desapareció de la vida pública y en el último año las pocas veces que se le vio estaba en eventos presididos por Reyes, que es ahora el encargado de presentar los planes anuales de producción, dirigir el sistema de producción y los encuentros periódicos de las mesas sectoriales.
Aunque en menor medida, Reyes también ha asumido funciones del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific). Por ejemplo, antes los importadores de hortalizas y vegetales acudían al Mific a solicitar la autorización para importar estos productos. Pero el año pasado, cuando el precio de la papa y la cebolla se disparó por una supuesta escasez, los importadores acudieron a Reyes en busca del aval para traer estos productos del exterior.
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¿Qué dice la Ley, cuáles son sus funciones?
Además cada vez que los productos locales enfrentan problemas en el mercado local o internacional, ya que sean comerciales, sanitarios o relacionados con algún trámite, los dirigentes del gremio afectado acuden a Reyes en busca de soluciones.
En algunos casos, dicen las fuentes, su efectividad ha quedado demostrada, como en 2016, cuando una reunión bilateral fue suficiente para poner fin al cierre de fronteras que impedía el ingreso de lácteos nicaragüenses a Costa Rica y viceversa. Pero en otros, como el cierre de la frontera hondureña a los lácteos y la carne local, no corrió con la misma suerte, ya que tras años de gestión el cierre persiste.
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Mientras Reyes consolida su dominio, economistas locales han criticado su desempeño al frente del BCN por el retraso en la divulgación de las estadísticas y la calidad de estas y porque mientras esto deja en evidencia que no está cumpliendo las funciones para las que fue nombrado ha asumido otras que no le corresponden. Además cuestionan la falta de independencia del BCN y el debilitamiento institucional en el manejo de información.
La Ley 732, Ley Orgánica del Banco Central de Nicaragua, en su artículo 27 establece entre las atribuciones del presidente de la institución: convocar a sesiones al consejo directivo, presidirlo y actuar en representación del mismo. También actuar en las relaciones del Banco con los poderes del Estado, con el sistema financiero y con los organismos internacionales en los cuales la representación del Estado corresponde al Banco Central.
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También es deber suyo proponer el programa monetario anual, mantener informado al consejo directivo y proponerle las medidas y resoluciones pertinentes para el cumplimiento de las funciones del Banco. Someter anualmente al consejo directivo, para su aprobación, el presupuesto del Banco y el informe anual. Así como determinar la estructura administrativa del Banco y Aprobar las tarifas que el Banco establezca por los servicios que preste al Gobierno, a los bancos e instituciones financieras y al público en general. Hay otras más, pero ninguna lo vincula directamente al sector productivo, a los requisitos de exportación ni a los problemas de comercio exterior y otros que los empresarios atienden directamente con él.
Cifras productivas son antiguas o incompletas
Y aunque cada día está más involucrado con el sector agropecuario, las estadísticas de producción que se publican en el sitio web del BCN no solo están atrasadas, sino que son tan antiguas que resultan inútiles.
Por ejemplo, las de arroz secano, frijol rojo, maíz blanco y sorgo industrial no se actualizan desde 2014.
En cambio las de azúcar, banano, matanza (bovina) artesanal e industrial, exportación de ganado en pie, acopio de leche, avicultura, producción acuícola y pesquera y las de zona franca tienen datos generales hasta noviembre del año pasado. Pero algunos detalles de estas se han dejado de publicar, entre ellos el volumen de leche que acopia la industria y las plantas artesanales, desde hace varios ciclos solo se da un dato general.
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También se eliminó el peso promedio de las reses que se sacrifican tanto en los mataderos como en los rastros municipales. Solo se da un promedio general.
Otros informes de las cuentas nacionales y reportes periódicos que tradicionalmente ha publicado el Banco y de los que existe un calendario anticipado de publicación, se ha vuelto costumbre que se divulguen con retraso de días, semanas y hasta meses.
FMI señala debilidades
Pero los cuestionamientos no solo han surgido de los economistas locales, el año pasado en el reporte completo sobre la Consulta al Artículo IV, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en la necesidad de mejorar la calidad de las estadísticas que publica el BCN y aconsejó “mejorar sustancialmente” la recolección de información sobre la deuda interna de las empresas públicas y de los municipios y “subsanar las deficiencias que subsisten en las cuentas nacionales, la fiscalidad, la deuda y las estadísticas del sector externo, especialmente de la Inversión Extranjera Directa (IED)”.
Según el FMI, estas debilidades persisten pese a que el BCN ha recibido asistencia técnica de parte de ellos “para mejorar la puntualidad, la calidad y la fiabilidad de las estadísticas”.
También las agencias calificadoras han hecho señalamientos similares. En febrero del año pasado en su reporte de calificación crediticia soberana, la agencia S&P Global Ratings, explicó que en los próximos años podría subir la calificación del país, pero lo condicionó al compromiso del país de garantizar una “mayor transparencia en sus estadísticas”.
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Para el presidente del Consejo Superior de la empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, todas estas funciones que desempeña Reyes demuestran que desarrolla de manera decidida una agenda muy apretada y que es muy trabajador. En cuanto a las estadísticas que genera y presenta el BCN aseguró que incluso los organismos internacionales han reconocido los esfuerzos por garantizar que abarquen a todos los sectores de la economía nacional y que sean válidas, actuales y creíbles.
Pero pidió “diferenciar que en el Banco Central se presentan las estadísticas que prepara el BCN, pero también las de otros organismos del Estado, como el Inide (Instituto Nacional de Información de Desarrollo) que no tienen esa vinculación y validación que sí tienen las estadísticas del Banco Central y ahí tendemos a confundir”, dijo Aguerri, que también es miembro del consejo directivo del BCN en representación del Cosep.
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También controla el Inide
A pesar de esta excusa de Aguerri, economistas locales, entre ellos Adolfo Acevedo, han asegurado que el Inide es otra entidad a la que Reyes ha ampliado su mandato, ya que es él quien define lo que ahí se hace y se publica, en torno a estadísticas de empleo y pobreza.
Incluso, eso ha quedado en evidencia cuando Murillo a través de correos electrónicos ha hecho llegar a los medios de comunicación reportes del Inide, ya que ella simplemente reenvía correos que Reyes le manda a ella con la información que debe publicarse.
Por su parte, algunos exfuncionarios del BCN coinciden en que la entidad mantiene una “relativa superioridad en su calidad técnica” en relación con el resto de instituciones del sector público. Pero admiten, que habría que analizar si al compararlo con el resto de bancos centrales de la región mantiene esa superioridad, ya que hay otros, como el de Costa Rica, que han adquirido una mayor madurez institucional.
Con respecto a la “injerencia” de Reyes en funciones de otras instituciones públicas, consideran que por tener el BCN una Ley Orgánica “muy ambigua”, su presidente puede asumir otras funciones, ya que la Ley no se lo impide.
También censura
Desde el 2015 los medios independientes hicieron eco de las denuncias de economistas locales contra el Banco Central de Nicaragua por el retraso en la publicación de las cifras y la inconsistencias de los números. Como respuesta, el presidente de la institución, Ovidio Reyes, prohibió el ingreso de periodistas de estos medios a sus actividades públicas. La última vez que a LA PRENSA se le permitió el ingreso al Banco Central, fue en mayo del año pasado, cuando una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) visitó el país en el marco de la revisión del Artículo IV.
¿Cuándo llegó al BCN?
Leonardo Ovidio Reyes Ramírez asumió la presidencia del Banco Central de Nicaragua (BCN) en enero de 2014, pero su carrera en dicha entidad comenzó en 1995.
Durante el gobierno del presidente Enrique Bolaños, pese a su reconocida militancia sandinista, su “reconocida capacidad técnica” permitió que en 2004 lo trasladaran al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, donde lo pusieron al frente de la parte técnica del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Fue muy profesional, hizo un buen trabajo”, aseguran funcionarios y dirigentes políticos de esa época, que consideran que su profesionalismo y la estrecha relación que estableció con funcionarios del FMI lo convirtieron en uno de los funcionarios más indicados para ocupar la presidencia del BCN.
En 2012 Reyes regresó al BCN para asumir la gerencia general de la institución para luego ser ascendido a la presidencia.
“Su manejo económico ha sido bueno, quizás se deja manosear él como funcionario para mantener contento al Gobierno, pero ha mantenido una política monetaria prudente”, asegura uno de los consultados que prefieren el anonimato.