El Gobierno diseñó un plan para intervenir en materia de salud en setenta comunidades rurales de los municipios del Corredor Seco, a fin de reducir la exposición de las familias campesinas a la alta vulnerabilidad de la zona por la sequía.
Implementar el programa cuesta 138 millones de dólares, de los cuales el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prestará 133 millones de dólares y el Gobierno pondrá el resto.
Ese crédito obtuvo el visto bueno en la Comisión Económica de la Asamblea Nacional y se aprobará la próxima semana.
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De acuerdo con el diseño del Programa Multisectorial de Atención a determinantes de Salud en el Corredor Seco está previsto reemplazarse el hospital de Ocotal, en Nueva Segovia, así como rehabilitar el hospital de los municipios de Estelí, San Juan de Limay, Wiwilí y Waslala.
Además está contemplado construir y equipar un hospital en Jalapa, en Nueva Segovia y además reemplazar el Centro de Salud de La Trinidad, en Estelí y construir treinta salas de rehabilitación y equipar diez más en los centros y puestos de Salud en municipios de Estelí, Nueva Segovia, Madriz, Jinotega y Matagalpa.
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Aunque el ejecutor central del programa será el Ministerio de Salud (Minsa) habrá una intervención del Ministerio del Transporte e Infraestructura (MTI) para construir y mejorar los caminos que conectan a los municipios del Corredor Seco.
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El sociólogo Cirilo Otero advirtió que la eficacia del programa está en duda si el Gobierno no modifica el sistema productivo del Corredor Seco, sugiriendo que deje de ser asistencialista y se les enseñe a los campesinos a sembrar cultivos adecuados al clima árido de la zona.
5 años
durará la ejecución del programa de Salud en el Corredor Seco, siendo el objetivo mejorar las condiciones de 1.6 millones de personas en ese tiempo, según el préstamo.