Carta imaginaria
Ayer mientras veía la pantomima de la Asamblea Nacional, imaginé una posible carta que estaría escribiendo alguien: “Ya está. Hice lo que querían. Hicimos la reforma electoral. ¿Ese era uno de sus puntos no? Y le quitamos el poder a Roberto Rivas. Ya ni comprar gaseosas en la pulpería de la esquina puede el hombre. Lo dejamos en el puesto porque, ustedes saben, hay que simular un poco de dignidad. Recuerden que yo soy un referente antiimperialista mundial, y, en todo caso, hago mías las palabras del propio Franklin Delano Roosevelt: “He may be a son of a bitch, but he’s our son of a bitch”. Ya no sigan sancionando más. No aprueben la Nica Act por favor. Yo cumplí. Atentamente. DOS”.
Elecciones
Si algo me ha quedado claro últimamente en materia política son dos cosas: uno, las elecciones se han vuelto más importantes que antes, médula de la democracia, y, dos, se han internacionalizado, de tal forma que cada vez más elecciones de otros países tienen que ver con nuestra propia vida. Y viceversa: nuestras elecciones tienen que ver con la vida de ellos. ¿Acaso alguien duda de que lo que suceda en Costa Rica nos va a afectar, para bien o para mal? Que los estadunidenses hayan elegido a Trump, que Ecuador le haya dicho NO a la reelección de Rafael Correa y que Maduro amañe otra vez unas elecciones para sostenerse en el poder, todo tiene que ver directamente con nosotros. Si hubiese justicia en el mundo hasta deberíamos votar de tanto que nos afectan.
Condominio
De estas premisas, si las consideramos ciertas, podríamos concluir: primero, que ya nadie puede estar simulando elecciones sin que pase nada, y, segundo, las afectaciones que sufren unos países por las elecciones o la falta de ellas, parece estarle dando derecho a otros países a meterse desde sus leyes en el destino de países ajenos. En el mundo, más que el concepto de barrio, prevalece el de condominio, donde si bien es cierto cada quien es dueño de su propia casa, asume responsabilidades con los vecinos. Y nadie puede alegar soberanía, cuando en su casa viola los acuerdos comunales.
Zorro mañoso
El Consejo Supremo Electoral es un botín que Daniel Ortega no tiene intención entregar. Obviamente, las sanciones, las amenazas de aislamiento y el entorno internacional hostil a dictadores le están doliendo. Pero no quiere aflojar. Es el zorro mañoso que quiere pasar desapercibido entre los perros de la granja, caminando tranquilito con la gallina en la trompa. Y hace como que compone por aquí, que cambia por allá, que promete que en tres años la gallina que lleva en el pico estará viva y poniendo huevos, todo para simular sin cambiar nada en unos tiempos que a nadie en engaña con sus mañas.
Chupasangre
Miren al antiimperialista que neoliberal que nos ha salido. Se acuerdan aquellos tiempos cuando quemaban Nicaragua por la docilidad de los gobiernos de doña Violeta, Alemán o Bolaños con los “dictados del FMI” Ahora están quitando subsidios a la energía “porque así lo exige el FMI”. Están poniéndole impuestos a la energía “porque así lo exige el FMI” y van sobre las pensiones y la edad de jubilación “porque así lo pide el FMI” como si ellos fuesen unos pobrecitos títeres que no pueden hacer nada, cuando la verdad es que están sacándonos toda la sangre posible y, vuelve acá el zorro mañoso, bajo una lógica simple: quedarse ellos con el dinero y dejarle al FMI la culpa.
Fotos armadas
Han parecido unas fotos de, supuestamente, los niños muertos en La Cruz de Río Grande, los hijos de doña Elea, portando fusiles de guerra. Ni siquiera voy a entrar a discutir si es montaje porque el fondo del asunto sigue siendo el mismo independientemente que las fotos sean reales o no: el Ejército debe comportarse como una institución pública y no como una mara. No dio la cara ante lo que parece ser una masacre, el Estado no entregó los cuerpos de los asesinados a sus familiares y ni la Policía, ni la Fiscalía, ni el Ejército, iniciaron investigación alguna para determinar si hubo abuso en el uso de la fuerza, si hay responsabilidades criminales o si se cumplieron los procedimientos. El asunto es que matan y sienten que no deben dar explicaciones y, por el contrario, empiezan a aparecer fotos y versiones de dudosa credibilidad que parecen ideadas por alguna mara u otra organización criminal que no sé qué interés puede tener en limpiarle la cara a una institución que debería ser seria y profesional como el Ejército.