Mientras el Plan de Producción, Consumo y Comercio 2017-2018 estima que la demanda de cebolla por mes en Nicaragua es de 73 mil quintales, los productores del sector mantienen su posición de que el consumo real de este perecedero no supera los 60 mil quintales mensuales.
El presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), Michael Healy, dijo: “No he visto el Plan de Consumo, yo sí manejo que el consumo nacional de cebolla ha sido entre 50 mil y 55 mil quintales de cebolla (por mes), ha sido histórico. El año pasado andábamos en 48 mil quintales, ha subido el consumo de cebolla, pero no a esos niveles de setenta y pico de mil, yo no sé de dónde sacaron esos números”.
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Salvador Castillo, productor de cebolla en Estelí, admitió que la queja de los productores se basa en que “hay una sobreestimación en el consumo de cebolla en Nicaragua, produciéndose una sobreoferta y luego esto trae unas consecuencias desastrosas, como el día de hoy con las caídas en los precios”.
Healy y Castillo apuntan que esta crisis ocurre por el rezago de la cebolla importada, pues al salir la producción nacional la oferta se disparó.
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“El problema que hay aquí es que venía quedando un rezago de los meses anteriores, cuando no estábamos consumiendo la cantidad de cebolla que producíamos, había un rezago. Hoy por hoy tenés que acabarte lo existente en cebolla (importada), pero también se está uniendo la cosecha de cebolla nacional”, aseveró Healy.
Según el presidente de Upanic, en diciembre los productores de cebolla tenían listos para vender 22 mil quintales, pero esa oferta aumentó en enero a 50 mil quintales por mes, situación que empeoró por la existencia que había en las bodegas de los comerciantes de este producto.
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“El problema aquí es que sembrar una manzana de cebolla anda alrededor de los cien mil y 120 mil córdobas, con una producción de unos 250 quintales por manzana. Hoy por hoy los precios no están cubriendo esos costos de producción, y es ahí cuando está la preocupación de los productores”, dijo.
Castillo apuntó que gran parte de los afectados son pequeños productores que adquirieron deudas con microfinancieras para poder sembrar.
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“Hay que afinar los datos de consumo, porque los efectos que tiene en el campo son desastrosos, no solo de consumo, sino de la afectación financiera del productor que no maneja capital para asumir las pérdidas (…) que ponen de garantías sus casas, sus carros y eso es lo que le viene a afectar y le duele al productor”, declaró Castillo.
Healy propone que se paren las importaciones de cebolla, mientras no se logre un acuerdo entre los importadores, productores y representantes del Gobierno a través del Gabinete de Producción, Consumo y Comercio, con el que han venido trabajando en los últimos cinco años los distintos sectores económicos del país.
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“Nos sentamos seis y siete veces al año todos los rubros con el Gabinete de Producción, Consumo y Comercio donde les decimos esta es nuestra producción, esto es lo que proyectamos y estas son las importaciones, creo que es una mesa seria que ha venido funcionando en años anteriores”, finalizó Healy.
LA PRENSA/M. ESQUIVEL
Productores a reunirse
Ante la negativa de los productores de cebolla de reunirse con representantes del Gobierno e importadores este miércoles, el presidente de Upanic —Michael Healy— dijo que esto era una mala señal, porque recordó que estas situaciones se resuelven con diálogo.
Healy recomendó llevar datos claros a la mesa de trabajo para alcanzar resultados efectivos.