El Real Madrid no llegó a culminar su metamorfosis de lo disfuncional a lo grandioso, pero fue un día mágico en el Santiago Bernabéu. Mostró una mandíbula sólida al girar un 1-0 a terminarlo en 3-1. Se necesitaba un empuje de fe, un soplo de vida para olvidar el pasado y jugar como si fuera el primer partido del ayer, cuando fueron campeones de Europa. A este Madrid la lógica le parece ilógica y la realidad una ficción, con dos goles de Cristiano Ronaldo y uno de Marcelo liquidaron al PSG en los octavos de final de la Champions.
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Con un inicio con mucha cautela, el partido empezaba como las finales, estratégico, pensativo de quien golpeaba primero. El Madrid más implacable con Isco al servicio de Modric y enlace de Cristiano. En medio de cambios constantes, Mbappé empezó la cabalgata llevándose a Marcelo, con un centro envenenado la pelota quedó en medio de la caldera. Nacho y Neymar tras ella y en el toque de ambos el esférico terminó en los pies de Rabiot ¡Qué regalo de San Valentín! El primer gol al 33’. El PSG ratificaba su pegada, mientras el Madrid se lamentaba las fallas de Cristiano.
Goles del @realmadrid 3 vs @psg 1 #ChampionsLeague pic.twitter.com/JFEVSj18tF
— cuantoAcuanto (@cuantoacuanto) 14 de febrero de 2018
Tan solo cinco minutos antes Ronaldo había tenido la más clara del partido. Pase de Marcelo y el luso eligió la potencia a la colocación. Disparó al rostro de Areola, que terminó tendido en el cesped. Luego al 37’ un error de Yuri y el balón le quedó nuevamente a Ronaldo. Su ambición por el gol estaba ahí, su dirección desbalanceada y de zurda la mandó a las gradas. Cuando todo parecía que el PSG se iba al descanso con la victoria, el argentino Lo Celso cometió un error de novato. Falta sobre Kroos en el área y Ronaldo no perdonó de penalti.
El Madrid completa la remontada
Durante la primera parte del segundo tiempo el PSG era quien dominaba. Olvídense que el Madrid había despertado. Todavía estaba ciego. Primero fue Keylor Navas que bien parado tapó el disparo letal de Mbappe tras pase de Neymar. Actualmente, el brasileño podría ser el jugador más desequilibrante con el balón después de Messi. Luego otra oportunidad del PSG. Un centro de Alves reventado por Rabiot y Sergio Ramos metió el brazo disimuladamente, era penalti y el árbitro se lo comió.
Probablemente en el minuto 65 fue una de las razones por las cuales el PSG solamente sumó un tanto. Unai Emery decidió sacar al uruguayo Cavani. Quería sostener ese 1-1 que se olfateaba como victoria para el duelo de vuelta en París. Entró Meunir y Zidane hacía todo lo contrario, primero ingresó Bale por Benzema y posteriormente sacrificó a Casemiro e Isco por Asensio y Lucas Vázquez. Asensio fue el que terminó siendo incidente.
Al 82’ centro de Asensio, mal rechazo de Areola y Cristiano con la rodilla clavó el segundo. Tres minutos después, nuevamente Asensio con Marcelo, combinaciones perfectas y Marcelo terminó fulminando a Areola que pudo hacer más. Ya el rey de Europa había despertado en ese momento mágico de cuatro minutos. La lógica no siempre va de la mano con el Real Madrid, mientras Emery seguramente posee su carta de despido después del partido de vuelta.