Si Nicaragua quiere convertirse en un país menos vulnerable ante los efectos del cambio climático debe parar la deforestación, aseguró el científico Jaime Incer Barquero, previo a participar en una conferencia sobre cambio climático en la Universidad Americana.
Desde la perspectiva del ambientalista, “el territorio de Nicaragua no está preparado para esta violencia extrema del clima (que) nos está presentado”.
Una de las situaciones que convierte a los nicaragüenses más propensos ante los nuevos escenarios climáticos es la pérdida acelerada de materia boscosa; este es un factor de “erosión y destrucción de secamiento (de las fuentes de agua)”, refirió Incer Barquero, quien siempre ha criticado que se permita el aprovechamiento de recursos naturales en áreas protegidas, que están destinadas a la protección del bosque y los ecosistemas.
Falta radiografía de ecosistemas
De acuerdo con el mapa de las Regiones ecológicas, ecosistemas y biodiversidad, el país cuenta con 68 ecosistemas, pero el problema es que no se conocen cuál es el estado actual de los mismos.
Según el asesor científico del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), José Milán, se necesitan un estudio más detallado para precisar la situación actual de los ecosistemas en el país.
En el mapa Regiones ecológicas, ecosistemas y biodiversidad, lo que se hizo fue utilizar el inventario que había en el país de los ecosistemas y plasmarlos en el mapa.
“El mapa como tal no hace una evaluación de esos ecosistemas porque es un trabajo que necesita de investigación de campo”, expresó Milán, quien también fue uno de los expositores en la actividad.
Instituciones de socorro y cambio climático
Para el comandante y primer jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos, Enrique Chavarría, los efectos del cambio climático no están ajenos a las instituciones de primera respuesta, que tienen un rol clave en la prevención, como es el caso de los incendios.
Al respecto, cuando se da un predominio del fenómeno meteorológico El Niño, la materia boscosa está más seca y los riesgos de incendios de maleza aumentan.
Según Chavarría, en el 2017 hubo 114 incendios de maleza, y algunas de las zonas más propicias para estos eventos son Carretera Sur, Nejapa y Carretera a Masaya. Otro elemento clave es la fuerza del viento, que puede provocar que un incendio se propague con mayor velocidad.
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Temperaturas altas
Aunque los pronósticos del tiempo son cada vez menos certeros debido a lo cambiante que se comporta el clima, el aumento en la temperatura es uno de los efectos más sentidos a nivel mundial. En el caso de los países tropicales como Nicaragua, las estaciones secas tienden a ser cada vez más calientes y el nivel de precipitaciones es menor.
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