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El escritor español Antonio Muñoz Molina.  LA PRENSA/EFE/Luca Piergiovanni/Archivo

El horror, belleza y lo inusitado del mundo, es retratado por escritor en su paseo alucinado

"La vida es felicidad y dolor y muerte, y la ciudad es una maravilla pero también un lugar con tráfico y contaminación, donde la especulación expulsa a la gente humilde. Todo va en el mismo paquete", indicó el escritor Antonio Muñoz Molina

Antonio Muñoz Molina se ha echado a la calle y se ha rendido al placer de dejarse llevar por “el espectáculo de lo inmediato” en su nuevo libro, Un andar solitario entre la gente, un mosaico de observaciones, poemas y relatos.

Cruce de caminos entre la ficción, la crónica personal y el ensayo literario, la novela transcurre por las calles de Madrid, París o Nueva York, de la mano de un narrador anónimo que registra y transforma todo lo que ve y oye: fragmentos de conversaciones, titulares de periódicos, eslóganes publicitarios o breves encuentros con extraños y conocidos.

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Aunque anteriores novelas suyas como Ardor guerrero o Sefarad pudieron tener cierto carácter “experimental” en su momento, el escritor (Úbeda, Jaén, 1956) considera que este es su libro más radical: “Cada vez creo más en la libertad de espíritu del escritor, en aprender a dejarse llevar, más que poner en marcha un proyecto elaborado”, señaló.

Muñoz Molina, que salía de una fase personal “oscura” con momentos “depresivos”, admitió ido que al principio no sabía lo que estaba haciendo. La gente le preguntaba, él no sabía qué responder, pero se sentía asombrado e inspirado por la “desmesura de la realidad”.

El resultado de aquellos paseos fueron 17 cuadernos, llenos de anotaciones, fotografías y recortes, que después de mucho trabajo de pulido se han convertido en las 494 páginas de Un andar solitario entre la gente (Seix Barral).

Las escribió a lo largo de 2016. Era la época del referéndum del “brexit”, de los atentados de Niza o de la fiebre del Pokemon Go. Todo cabe en sus páginas, lo trágico y lo banal, lo prosaico y lo trascendente, lo público y lo privado, la celebración y la denuncia.

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“Celebración de la belleza, del silencio, del amor o de la pasión por la lectura”, explicó la editora de Seix Barral Elena Ramírez, que destacó que Muñoz Molina “denuncia de la agresividad de la publicidad”, del “ruido extremo del capitalismo”.

El escritor andaluz Antonio Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013. EFE/Archivo/Kote Rodrigo

“El libro nace de un proceso de agradecimiento ante la belleza, el horror y lo inusitado del mundo, porque todo está mezclado”, precisó el autor de El jinete polaco, ganador de premios como el Príncipe de Asturias, el Nacional de Narrativa o el de la Crítica.

“A todos nos gustaría que la vida fuera como un anuncio de un banco, tenerlo todo al instante, ‘creemos en tus sueños y los financiamos’, una especie de paraíso como las imágenes de gente feliz en Corea del Norte”, agregó.

“Pero la vida es felicidad y dolor y muerte, y la ciudad es una maravilla pero también un lugar con tráfico y contaminación, donde la especulación expulsa a la gente humilde. Todo va en el mismo paquete”, indicó.

“Hitler no habría sido quien fue sin la radio”

Si en su título la novela rinde homenaje a poemas de Camões y Quevedo -ellos definían así el amor-, en su contenido “Un andar solitario entre la gente” se une a una tradición de paseantes literarios de la que forman parte Thomas de Quincey, Edgar Allan Poe, Baudelaire o Walter Benjamin, con los que Muñoz Molina dialoga.

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El escritor también reconoce cierta influencia del “tono alucinatorio y apocalíptico” de “Poeta en Nueva York”, de Lorca.

Preguntado por el impacto de las redes sociales y la tecnología en la realidad actual, Muñoz Molina consideró que, como en su día lo fueron la imprenta o la radio -“Hitler no habría sido quien fue sin la radio”, recordó-, internet es un arma de doble filo.

“Decían que iba a ser un arma de libertad, pero también sirve para que Rusia intervenga en otros países y que los ciudadanos cedamos nuestra información más íntima para que otros comercien con ella”, denunció.

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El escritor subrayó que “el mundo está en manos de empresas que solo aspiran a tener beneficios, como Google, Amazon y Facebook, que se convierten en herramientas perfectas para manipuladores como (los presidentes de Estados Unidos, Donald) Trump o (de Rusia, Vladímir) Putin”.

“Vivimos en un mundo donde es muy fácil caer ante lo irracional, y hay fuerzas poderosas muy interesadas en propagar la irracionalidad y el fanatismo”, ha advertido.

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