14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Dustin Hoffman Salasblanca fue bautizado con ese nombre en homenaje al actor y director de cine. LA PRENSA/ C.VALLE

El guarda de seguridad que da clases de matemáticas

Dustin Hoffman Salasblanca Escobar es guarda de seguridad en la Facultad Regional Multidisciplinaria (FAREM-Chontales) y en los últimos años ha preparado a los bachilleres que realizan el examen de admisión

Cuando Dustin Salasblanca da clases de Matemáticas se transforma en otra persona. Hace algunos meses, cuando preparaba a un grupo de bachilleres para realizar el examen de admisión de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), los estudiantes estaban admirados con su dominio de los números, fue hasta que le preguntaron ¿dónde daba clases? Que tomó a todos por sorpresa.

Aunque tiene nombre de artista de cine, Dustin Hoffman Salasblanca Escobar trabaja en la Facultad Regional Multidisciplinaria (FAREM-Chontales) y contrario a lo que los bachilleres pensaban él no labora como maestro. Actualmente Dustin forma parte del equipo de seguridad de la FAREM por lo que los estudiantes no podían creer que un guarda de seguridad les estuviera dando clases.

Pero Dustin no es cualquier guarda de seguridad, recientemente finalizó la Licenciatura en Educación con mención en Matemáticas en la FAREM-Chontales; sin embargo, las cosas no han sido fáciles para él. “Tengo siete años trabajando en la FAREM, la primera vez que vine (a buscar trabajo como guarda de seguridad) me dijeron que no porque tenía que ser bachiller. Yo trabajaba en un banco y tuve que escaparme todos los sábados para terminar el bachillerato”.

Lea también: Álvaro Oporta, el universitario que paga sus estudios con cosa de horno y cajetas

Dustin no tardó mucho en terminar el bachillerato e ir nuevamente por el trabajo que quería. Cuando inició a trabajar en la FAREM este joven buscó el mecanismo para estudiar de día y trabajar de noche, por ser un estudiante destacado la misma universidad le ha dado la oportunidad de dar clases en cursos de verano y también a los bachilleres que se preparan para el examen de admisión.

“Me han dado la oportunidad de preparar –ahí mismo en la UNAN– a los muchachos que realizan el examen de admisión, el temario lo separan en cinco unidades y me han dado (asignado) la parte de álgebra, aritmética y geometría. También he trabajado con profesores que me han dado la oportunidad de dar por ellos (sustituirlos) en cursos de cálculo diferencial y cálculo integral a los estudiantes universitarios en cursos de verano, a los chavalos que dejan las clases”, comenta el joven.

Quiere ser doctor

Ahora que ya es licenciado en Matemáticas Dustin tiene dos trabajos, en la mañana da clases a niños de quinto grado en un proyecto local y por las noches continúa garantizando la seguridad en la FAREM-Chontales, su siguiente objetivo es reunir 2,500 dólares para comenzar a estudiar un doctorado y poder cumplir su sueño de dar clases a los universitarios.

Le puede interesar: Ariana Sequeira, la joven que clasificó en dos universidades para estudiar medicina

“Todos tienen sus requisitos, en la UNAN dicen que uno tiene que ser master para poder dar clases, por eso voy a estudiar un doctorado porque en la parte media del doctorado es maestría; entonces, en año y medio pienso sacar una maestría y en el siguiente año y medio el doctorado”, dice con gran entusiasmo.

Recientemente Dustin preparó a 23 bachilleres para ingresar a la UNAN-Managua –a quienes no les cobró nada– su mayor satisfacción fue saber que todos lograron ingresar en esa alma mater. Ahora los jóvenes lo llegan a visitar para agradecerle.

“Ellos estaban muy alegres, me invitaron a comer pizza, me regalaron perfumes, camisas, yo les dije que no había necesidad y que yo lo había hecho por voluntad mía, pero me decían que por todo el tiempo que invertí con ellos, algo me tenían que dar”, recuerda Dustin.

Una vida llena de sacrificios

Dustin Salasblanca tiene 31 años y nació en Cuapa Chontales, actualmente habita en el barrio El Santuario de Juigalpa. Cuando era niño hizo de todo para sobrevivir; ayudó en la crianza de sus hermanos menores mientras su mamá, Alba Marina Escobar, estaba en el trabajo, preparaba los alimentos y llevaba a sus hermanos a la escuela, ordeñaba vacas en la finca de un padrino e hizo mandados. Cuando era adolescente emigró a Costa Rica donde trabajó como agricultor. Años después regresó a su tierra natal y desde entonces trabaja como guarda de seguridad.

Lea además: Harold Lanzas, el joven que toca el violín en las rutas de Managua

Nacionales educación guarda de seguridad matemáticas archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí