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Juan Lanzas curándose de sus heridas en una cama del Hospital de Matagalpa. LA PRENSA / Óscar Navarrete.

Juan Lanzas curándose de sus heridas en una cama del Hospital de Matagalpa. LA PRENSA / Óscar Navarrete.

Diagnóstico de Medicina Legal causa más dudas en el caso Juan Lanzas

Activistas de derechos humanos cuestionan el informe de Medicina Legal y coinciden en que el mismo expresa la complicidad existente entre las instituciones de justicia en Nicaragua

El diagnóstico de púrpura trombocitopénica y vasculitis que supuestamente realizó el Instituto de Medicina Legal (IML), el pasado 11 de enero, a Juan Rafael Lanzas Maldonado, era motivo suficiente para que el reo permaneciera hospitalizado y bajo tratamiento. Y de ser real la versión de la Policía Nacional, entonces hubo negligencia de parte de la autoridad, expresan médicos consultados por LA PRENSA.

En tanto, activistas de derechos humanos cuestionan el informe del IML y coinciden en que el mismo expresa la complicidad existente entre las instituciones de justicia en el país.

El médico Luis Callejas duda que el caso de Lanzas sea una vasculitis, ya que esa es “una enfermedad autoinmune y es muy raro que él no haya tenido síntomas antes… Es bien difícil decirte sin tener el expediente médico, pero si es una vasculitis con una (púrpura) trombocitopénica entonces se inflaman las venas, arterias y los capilares, por lo que puede llevar a una necrosis (muerte de tejido)”.


La historia real tras la amputación de Juan Lanzas


“Y si él (Lanza) presentó necrosis (muerte de tejido) ¿por qué no fue llevado a atención médica antes? Ahí hubo una negligencia completa si tenía vasculitis con necrosis y 15 días después lo llevan solo a que le amputen los pies… Normalmente para eso se requiere un tratamiento especializado”, señaló Callejas.

¿Y el expediente médico?

La especialista en Salud Pública, Ana Quirós, tampoco cree que la amputación de Lanzas sea consecuencia de un caso de vasculitis, ya que él era una persona sana hasta que fue arrestado por la Policía Nacional.

Además, se pregunta “¿por qué la Policía esperó tanto para pronunciarse? ¿Dónde está el expediente médico de Lanzas? y ¿por qué si estaba tan enfermo no lo hospitalizaron?”.

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“Otra vez —al igual que en el caso de la Cruz de Río Grande— ellos (la Policía) esperan varios días para informar lo que está pasando, es más, hasta ya pasó el juicio y hasta ahora reconstruyen lo que hicieron, eso es altamente sospechoso (…), además la información es confusa y aunque tengás el conocimiento médico, la información no es consistente”, señaló Quirós.

La salubrista señala que de ser cierta la versión oficial “no se siguió el protocolo, porque él (Lanzas) debió recibir atención hospitalaria inmediata y no esperar hasta que se gangrenara”.

Ni pies ni cabeza

“Yo no le encuentro ni pies ni cabeza a esas declaraciones (…) tan pronto cuando lo meten a la cárcel y en una semana él desarrolló un cuadro tan grave hasta que le cortan los pies”, cuestionó la experta.

Mientras el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, cuestiona que las autoridades no cumplieron con lo establecido por el Código Procesal Penal (CPP), de que el reo debe ser revisado por un médico forense desde el ingreso al proceso penal.

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Y es por eso que Cuevas asegura que en un país donde se respeta el Estado de Derecho la víctima bien podría demandar al Estado, pero reconoce que en Nicaragua ningún juez le daría la razón a la víctima.

En su informe, el forense Juroj Bartoz describió que Lanzas “cursa (sufre) una enfermedad en fase terminal de acuerdo con el índice de Karnofsky con una puntuación de 40, requiere de cuidados médicos en un área de hospitalización”.

Juan Rafael Lanzas enfermó hasta perder las piernas. LA PRENSA/ CORTESÍA CENIDH
Juan Rafael Lanzas enfermó hasta perder las piernas. LA PRENSA/ CORTESÍA CENIDH

Pero Lanzas afirma que le dijeron que era una alergia y “me dieron un sobre de acetaminofén y un sobre de amoxicilina y me volvieron a meter al mismo baño”, donde permanecía preso en condiciones insalubres y de hacinamiento.

Lo que hace el IML “es limpiarle la cara al gobierno de Daniel Ortega y los vejámenes y los crímenes de esta Policía”, aseguró Magaly Quintana, de Católicas por el Derecho a Decidir, pues dijo que “en un país donde existe el autoritarismo las instituciones no tienen ninguna autonomía y todas se encubren para que los crímenes queden en la impunidad”.

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El dictamen del IML “deja sentado la falta de profesionalismo y de responsabilidad”, dijo Quintana, quien recordó que “ya Medicina Legal con todos los casos de femicidios (…) ha demostrado ese contubernio de sostener la impunidad en este país”.

Quintana indicó que lo que determinó que le amputaran los pies a Lanzas fue la golpiza que le propinaron los policías. “Seguro que entre esa apaleada salió herido y lo tiran en un baño con toda la suciedad”, sostuvo Quintana. La Policía no ha explicado el tratamiento al detenido.

“NO puede quedar impune”

“Todos se subordinan a tratar de encubrir en ocasiones abusos cometidos por otras autoridades y esa es la tendencia en este caso, eso manda un mensaje terrible, que los abusadores seguirán abusando, porque para eso está la colusión de autoridades para que queden impunes”, sostuvo Cuevas.

El asesor legal de la CPDH cuestionó: “¿Quién pagará todo el sufrimiento padecido por él (Lanzas) y su familia?”, pues recordó que este fue detenido siendo inocente.

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De gorra y camisa blanca, Juan Lanzas baila en una fiesta familiar en los tiempos cuando no veía venir su tragedia. LA PRENSA / Cortesía

El abogado del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Gonzalo Carrión, recordó que el IML es parte del sistema de justicia, por lo que “de cuando en cuando aparecen en casos de relevancia en conferencias exactamente con la institución, que es señalada de violación de derechos humanos graves”.

Carrión recordó que en otros casos el IML ha alegado que no habla de sus informes, porque después como forenses deben comparecer en juicio.

El caso de Lanzas será expuesto por el Cenidh en la próxima audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en Bogotá, donde denunciará sobre la situación de los privados de libertad, que alrededor del tema en los últimos tres años el Cenidh ha recibido unas 400 denuncias por violación a los derechos humanos.

(Colaboración de Luis Eduardo Martínez).

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