Aún no se comprende el encanto que desata Srisaket Sor Rungvisai sobre los jueces. Era la figura, el hombre del momento y no produjo ni crimen ni castigo. Un pugilista de pegada que no fue voraz sobre su adversario, tampoco se preocupó por tomar riesgos ni cuando se vio atribulado y confundido por Juan Francisco “el Gallo” Estrada. Pero su magia, que aún desconozco, sigue impresionando a los jueces, primero entregándole un botín que pertenecía a Román González y luego reafirmando el título de campeón sin explosividad.
Juan Francisco “el Gallo” Estrada fue lo que se esperaba: un contragolpeador natural que supo llevar a su territorio al tailandés Rungvisai, haciéndolo lucir errático constantemente (solamente conectó el 22 por ciento de sus golpes). Sin embargo, lo paradójico es que las pocas veces en las cuales Estrada decidió entrar al fuego salió mejor parado. Resistió la pegada del campeón, combinó mejor sus manos y llegó con más claridad.
Rungvisai perdió la estrategia de la pelea, nunca cortó los espacios al mexicano ni tampoco pareció interesarle. La imagen del nocaut a Román siempre estuvo presente en el Gallo que por momentos pecó de excesivo cuidado.
Premiaron al campeón
Los jueces premiaron una vez más al asiático para ganar una decisión mayoritaria (114-114, 115-113 y 117-111). Tampoco se pretende dar a entender que Estrada fue completamente superior en todo, porque bajó claramente su ritmo a partir del cuarto asalto.
Entre el quinto y el noveno Rungvisai encontró fácilmente al azteca. La explicación es clara: difícilmente se podía mantener la misma línea de los primeros cuatro episodios cuando el desgaste es evidente. A pesar de eso sacó algunos asaltos y tuvo un cierre impresionante, especialmente en el round 12. Ahí Estrada pensó haber sellado su victoria, su recto de derecha retrocedió el tercero puño del tailandés: su cabeza.
En el conteo final de golpes Rungvisai pegó cinco impactos más que Estrada. El mexicano conectó 189 de 671 lanzados, mientras que el tailandés 194 de 879 que soltó. La diferencia estuvo en que Estrada los supo administrar mejor en toda la pelea, entretanto el campeón terminó completamente agotado, con los brazos abajo y jadeando. Si hay algo que reconocerle a la sensación de las categorías pequeñas, es que soportó las mejores manos del mexicano sin siquiera trastabillar un poco.
Arroyo sorprendió
El puertorriqueño McWilliams Arroyo fue la grata sorpresa de la noche al vencer por decisión mayoritaria a Carlos Cuadras. El boricua siempre fue al frente con mucha efectividad y aprovechó la pelea en corto. En tres ocasiones complicó a Cuadras, a pesar de su bravura quedó con muchas abolladuras en el rostro. Arroyo, derrotado anteriormente por Román González se hizo con el título plata del CMB.
Por otro lado, el filipino Donnie Nietes realizó un debut magistral en HBO al defender su corona de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) de las 112 libras contra el argentino Juan Carlos Reveco por la vía del nocaut en el séptimo asalto.
Román vio ganar a Estrada
Román González, quien peleará el 5 de mayo, estuvo muy al tanto del enfrentamiento por la televisión. De acuerdo con el tetracampeón el combate debió haber sido para Juan Francisco Estrada. “Hizo mejor las cosas. No entiendo como pueden los jueces hacer esos fallos. Realmente al tailandés con todo respeto no le vi nada”, aseguró el Chocolatito.
“Ganó el Gallo Estrada, de calle. Una pelea dura. Una pelea que no hay duda. Punteó muy bien, se meneó muy bien, pasó muy bien los golpes, hizo su pelea muy bien, sabía que si se quedaba con Rungvisai iba a ser un nocaut”, concluyó Román, quien venció a Estrada en el comienzo de su carrera y perdió dos veces contra Rungvisai.