Hay que olvidar ese viejo sueño de muchos. Restaurar la antigua catedral capitalina es una misión muy difícil, cara y arriesgada para el país, según la visión del arquitecto José Francisco Terán Callejas, constructor de la nueva catedral metropolitana de Managua y del Teatro Nacional Rubén Darío.
Terán Callejas, dueño de una sólida reputación en su ramo por la sobrevivencia de sus obras al terremoto que en 1972 destruyó la ciudad, opinó que debido al avanzado deterioro del viejo templo y a la falta de medidas de protección y preservación de su estructura durante 46 años, la reconstrucción del edificio requeriría una inversión de al menos treinta millones de dólares, lo cual no sería racional.
“Desde que el terremoto destruyó la catedral en 1972, han venido delegaciones de expertos de todo el mundo a valorar la reconstrucción y casi todos han abandonado la idea por lo carísimo y arriesgado del trabajo”, dijo Terán Callejas.
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El arquitecto mencionó que hace unos 14 años, una importante firma de arquitectos de México y Estados Unidos vino para valorar la restauración y estimaron el costo en unos 14.5 millones de dólares, con el alto riesgo de no concluir la misión por el avanzado deterioro de la estructura metálica del edificio, alzado sin vigas estriadas, así como de las paredes de concreto: “El concreto parece de galleta”, advierte.
“Ahora, fácilmente, ese costo puede subir al doble o más de la estimación financiera de hace 14 años porque requeriría estudios especializados, equipos especiales y personal extranjero especializado, y sinceramente creo que en un país con tantas necesidades como Nicaragua destinar una cantidad de dinero así de grande para restaurar un viejo edificio en una zona altamente sísmica no sería racional, sino ridículo”, dijo.
El arquitecto Terán Callejas considera que la obra debe seguir tal y como está ahora: como parte del paisaje urbanístico.
En febrero de 2017 la Alcaldía de Managua anunció la creación de una comisión especial conformada por ingenieros y arquitectos para estudiar la restauración de la antigua catedral.
El plan primero era recopilar los estudios elaborados anteriormente y realizar análisis comparativos de todos estos, para luego actualizar el estado del templo y presentar un plan definitivo de intervención en el corto plazo, que todavía no se revela.
Estos trabajos fueron respaldados por una partida presupuestaria municipal de 14 millones de córdobas, propuesta en junio del año pasado, cuando se debía anunciar si era viable preservar la infraestructura. Desde entonces no se conocen los resultados.
Historia de olvido
La antigua catedral metropolitana Santiago Apóstol de Managua empezó a construirse en 1928 y finalizó en 1934.
El hierro con que se levantó fue traído de Bélgica y las obras estuvieron a cargo del ingeniero Pablo Dambach.
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Sobrevivió al terremoto de 1931 y al de 1972, que la dejó severamente dañada. Desde entonces, hasta 1995, se le empezó a dar mantenimiento.