En el baño siempre es necesario un poco más de espacio, un rincón para una crema, un lugar para las toallas, un recipiente para el algodón… lo cierto es todo lo que se nos ocurra es poco para conseguir que todo lo necesario tenga un lugar en este templo del relax.
Las mejores soluciones para el almacenamiento se concentran en el mueble bajo el lavabo, pero la norma no debe limitarnos la tendencia a diversificar.
Estanterías abiertas o cerradas y columnas, tanto bajas como altas, son algunas de las opciones al alcance de todos, bien para espacios grandes o pequeños.
Armarios poco profundos, que también encuentran su mejor acompañamiento en encimeras y estanterías abiertas en la bañera, próximas a la ducha o sobre el inodoro expuestas y directas, o bien utilizando cualquiera de los recodos del espacio entre columnas, siempre útil y nada desdeñable.