Aparte del cambio de viejos buses amarillos por nuevas unidades del Transporte Urbano Colectivo, no se conocen otras acciones concretas que puedan asociarse al proyecto Promoción de Transporte Ambientalmente Sostenible de la Managua Metropolitana, que busca reducir 892 mil toneladas de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a lo largo de los próximos 20 años.
Ese proyecto es considerado como uno de los principales avances en la mitigación voluntaria que ha hecho el país, según la presentación de la Política de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, que el Gobierno ha expuesto ante el sector empresarial y cuerpo diplomático, pero que no ha involucrado a organizaciones no gubernamentales.
La transformación de la flota vehicular inició en el 2009 y finalizó en el 2013 con la última entrega de 130 unidades en ese año; en total, circulan 835 buses en la capital, que son parte del parque vehicular nacional estimado en 800 mil vehículos.
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De estos, se estima que unos 400 mil podrían transitar a diario en la red vial de la capital, pero no todos se quedan.
Después del cambio de las unidades todo sigue igual, ya que viajar en bus sigue siendo complicado, más en hora pico, explicó el oficial de cambio climático del Centro Humboldt, Alejandro Alemán, quien considera que “nosotros (el país) estamos tomando un camino contrario a lo que el resto del mundo está haciendo”.
A lo que se refiere Alemán es que los países, como parte del desarrollo urbano apuestan por un sistema de transporte público eficiente, que implica la utilización del metro y ciclovías, con el objetivo de reducir la cantidad de automóviles en las calles; sin embargo, en Nicaragua, las condiciones del transporte público obligan a que la gente compre vehículos para movilizarse.
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Bajo esas condiciones, las metas planteadas para reducir las emisiones de CO2 por parte del Gobierno tendrían grandes dificultades para alcanzarse, sostuvo el especialista, quien mencionó que es necesario conocer cuáles son las acciones a implementar.
Importante emisor
Según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (con base en el año 2000), el campo automotor aportaba 1,227.5 gigagramos, que representaba una diferencia de 204.67 gigagramos respecto a lo que generaba la industria energética (1,432.17 gigagramos). En total, el balance neto de Nicaragua indica que se emitieron 49,220.19 gigagramos de dióxido de carbono para el año 2000. Se espera que esos datos sean actualizados en el documento de la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático de Nicaragua, que finalizaría este año.
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En el mundo
De acuerdo con datos de la Organización de Naciones Unidas, el sector Transporte es el responsable del 25 por ciento de las emisiones totales de dióxido de carbono (CO2) en el planeta. Nicaragua emite el 0.03 por ciento de CO2 de todo el planeta; es por ello que ambientalistas consideran que los compromisos del país como parte del Acuerdo de París deben estar enfocados en la adaptación.