Con escepticismo fue recibido por investigadores y defensores de derechos humanos el anuncio de la vicepresidenta designada por el Consejo Supremo Electoral, Rosario Murillo, de preparación de un mapa de la violencia de género y elaboración de folletos para educar en esta materia, porque les preocupa la problemática.
“Cada medida que toma la vicepresidenta de este país confirma realmente su irrespeto a la sangre derramada de tantas mujeres por la violencia machista. Confirma su alianza y complicidad con los agresores de este país”, fue la primera reacción de Magaly Quintana, de Católicas por el Derecho a Decidir.
A ella le ha tocado en los últimos años contabilizar las muertes de mujeres y, según dijo, a esta fecha las cifras de femicidios son similares a los ocurridos en tres meses el año pasado, que fue de 13 femicidios.
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Quintana recordó que ya anteriormente el Gobierno anunció una campaña contra los femicidios que nunca se conoció. Como Quintana, opina Martha Munguía, directora del Centro Acción Ya e investigadora del tema, quien se pregunta en qué cifras se basará el Gobierno para crear el mapa de la violencia “si en las de verdad o en las maquilladas que tienen ellos”.
“Sabe acaso ¿cuál es el índice de prevalencia de la violencia machista?”, expresó Munguía, quien considera que “hay un contexto internacional que ella (Murillo) quiere maquillar también”.
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Ambas coinciden en demandar al Gobierno para que demuestre su preocupación y revierta todo lo actuado, empezando por las reformas a la Ley 779, Ley Contra la Violencia Hacia la Mujer, que abra las Comisarías y apoye a las organizaciones defensoras de mujeres.
“Queremos hechos”
El asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, dijo: “Queremos hechos, el Gobierno tiene que dejar de hablar menos y hacer más”.
Al tiempo que preguntó Cuevas: “¿Qué pasó con las Comisarías?”. A su vez, recordó que la Ley 779 obliga al Gobierno a fortalecerlas y actualmente “prácticamente desaparecieron”.
“Queremos ver el trabajo en defensa de la mujer, queremos ver que desde (educación) preescolar se comience a desintoxicar a nuestra sociedad respecto a la conducta machista y patriarcal”, demandó Cuevas.