Esta es una de las afirmaciones más repetidas en las clases de ciencias naturales: los seres humanos tenemos cinco sentidos; vista, olfato, tacto, oído y gusto. Pero no es cierto. El ser humano, explica una publicación del diario español El País, es capaz de percibir mucho más sobre sí mismo y sobre su entorno. Por consiguiente, algunos sentidos se han agregado a la lista. Uno de estos sentidos es el de la termorrecepción, que es la sensación de calor o la ausencia de este; también está el sentido del equilibrio, “que permite moverse, acelerar o frenar sin perder nuestra orgullosa bipedestación”, según el médico Manuel Castro, consultado por El País. Entre los otros sentidos están la propiocepción, que le permite saber dónde está su mano izquierda sin necesidad de voltear a verla. Y así podemos seguir con otros como la nocicepción, que es el sentido del dolor, o la cronorrecepción, que se refiere al sentido del tiempo, “por no hablar de sensaciones tan familiares como el hambre o la sed”, indica la publicación.
Lea también: Solo nos quedan tres años para salvar el planeta