Desde siempre hemos estado atentos al progreso de Cheslor Cuthbert, jugador que ha parecido destinado a la grandeza, tras una notable trayectoria desde que era un niño.
Solidez en los contactos y poder potencial al bate; brazo sobre average y un guante en constante mejoría han sido las herramientas más visibles en este jugador.
Lo que ha necesitado ha sido una oportunidad para desplegar su talento. Cuando dispuso de un estimable tiempo de juego en 2016, emitió destellos del brillo que se le ha anticipado.
Al abrir sus puertas este 2018, Cuthbert pareció en ruta hacia su establecimiento con los Royals. Mike Moustakas se hizo agente libre y él emergió como su natural reemplazo.
Fue ahí cuando el mánager de los Royals, Ned Yost, adelantó que daría a Cheslor más de 500 turnos al bate. Muchos pensamos en cifras como .270 de average, 20 jonrones y 75 remolques.
Pero en la última semana todo el panorama cambió. Después de contratar a Lucas Duda para jugar la inicial, Kansas City ha traído de vuelta a Moustakas al equipo.
¿Por qué hacen esto los Royals? Porque se le presentó una ganga: un bateador probado (38 HR en 2017) por 6.5 millones de dólares y eso los hace un mejor equipo.
El más afectado con el regreso de Moustakas es Cheslor. Sus oportunidades podrían disminuir. Incluso el mánager Yost modificó la meta: buscarle 450 turnos al nica.
Sin embargo, con o sin Moustakas, todos sabemos que la clave para Cuthbert es que batee. Que cuando se le brinden las oportunidades, esté listo para aprovecharlas. Ese es el punto.
Bonifacio suspendido
¿Y va a tener esas oportunidades? Claro. Cuthbert tendrá tiempo de juego en la primera base, como bateador designado y también en la antesala. Lo esencial será que truene cuando juegue.
Aunque en 2016 Moustakas estuvo fuera mucho tiempo por lesiones, él juega un promedio de 140 partidos al año. Duda solo una vez ha pasado de 127 desafíos. Y Kansas City transfirió a su designado.
Para remate, su proyectado jardinero derecho titular, el dominicano Jorge Bonifacio, está suspendido 80 juegos por haber dado positivo en una prueba de doping. De modo que sí habrá espacio.
Al no estar Bonifacio, Jorge Soler podría ser un candidato lógico a sustituirlo, lo mismo que el brasileño Paulo Orlando. Pero si Cheslor batea, le van a buscar un lugar en la alineación sin importar la posición que juegue a la defensiva.
Cuthbert ha tomado el regreso de Moustakas con una buena actitud y se ha declarado con la mejor disposición de jugar donde lo estime conveniente el equipo de Kansas City en la campaña.
“He aprendido muchas cosas de él (de Moustakas)”, dijo Cuthbert a MLB.com. “Siempre estaba cerca de mí ayudándome y diciéndome cosas que mejorarían mi juego”, agregó el nica en entrevista.
De manera que, aunque el regreso de Moustakas pone borroso un panorama que hasta hace muy poco parecía despejado, Cheslor sabe mejor que nadie que su mejor aliado seguirá siendo su bate.
Este es el momento
A sus 25 años, Cheslor Cuthbert debe ir en ruta a su más grande salto como big leaguer. Su mejor recurso es su bate, con manos rápidas y sólida proyección de poder.
Su defensa no es tan desarrollada como su bate, pero tiene reacciones rápidas, anticipa bien y maniobra con solvencia, mientras mejora la precisión de sus disparos. Tiene la madurez para asumir este reto.