Robin Zamora se convirtió en el nuevo campeón Fedelatin de las 126 libras de la Asociación Mundial de Boxeo. Un mes entrenando en Panamá no es suficiente para ver a un peleador en su máximo esplendor, pero sí el necesario para identificar sus proyecciones.
El Zurdo derrotó a Lester “El Caballo” Lara en una pelea que se extendió por toda la ruta debido a la incapacidad de Zamora de finiquitar la pelea, aún a este muchacho le hace falta oler el nocaut porque a pesar de no poseer un golpe fulminante, tiene las herramientas suficientes para abrumar.
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Lara, siendo más pequeño de menor fortaleza y en desventaja por sus limitados recursos boxístico, inició a la supervivencia. No se quedaba en el centro a intercambiar, sino que huía del fuego. Robin usando su mejor arma: la mano izquierda enviaba las primeras señales. Un recto de izquierda tambaleó a Lara, este resistió por su gran preparación física. Las advertencias de Zamora eran positivas, más rápido, más fuerte, más definido, tenía todo para noquear.
En el segundo asalto, el Zurdo conectó la mano izquierda en cruzado a la quijada del Caballo. Este cayó de rodillas. Todo el público en el Gimnasio Nicarao estaba de pie, alentando al muchacho con proyecciones y con el panameño Rigoberto Garibaldi en su esquina. Zamora dejó vivir a Lara, el primer resbalón en la pelea para Robin, porque pudiendo culminar su retorno tras el trabajo de orfebrería del canalero decidió tomar una pausa.
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Raramente Zamora fue bajando el gas. Lara aprovechó para revivir y dar muestra que estaba presente en el quinto y sexto asalto, siendo los únicos que ganó en toda la pelea. Zamora deberá mejorar mucho en su defensa, pero tiene el material para hacerlo. Posteriormente, Robin volvió a dominar las acciones y en el último asalto (11) tuvo nuevamente en malas condiciones a Lara y otra vez faltó el olfato de noqueador.
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