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Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, Colombia, Juan Manuel Santos

El expresidente y senador colombiano Álvaro Uribe, líder del Centro Democrático se consolidó como el gran elector de Colombia. LA PRENSA/EFE

Colombia premia a la derecha y castiga a FARC antes de las presidenciales

Se ratificó también que la izquierda, tras la victoria en la consulta interpartidista del exguerrillero y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, tiene por primera vez posibilidades reales de poder

Aunque una vez más la abstención superó el 50 por ciento, las primeras legislativas que se celebraron con las FARC sin armas dejaron el terreno listo para la disputa para sustituir al presidente Juan Manuel Santos.

Colombia configuró un nuevo Congreso antes de elegir a su próximo presidente en mayo.

Y se ratificó que la izquierda, tras la victoria en la consulta interpartidista del exguerrillero y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, tiene por primera vez posibilidades reales de poder.

Uribe pisó fuerte

Álvaro Uribe se consolidó como el gran elector de Colombia. No solo fue el aspirante al Congreso más votado, con 870,000 votos, sino que su partido dio un golpe de mesa en el parlamento y su ahijado político, Iván Duque, de cara a las presidenciales.

Con un mensaje de rechazo al acuerdo de paz con las FARC y el miedo a que Colombia se convierta en una Venezuela, Uribe logró posicionar a su partido Centro Democrático (derecha) como el más votado del Congreso.

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Pese a que su victoria no fue la paliza que auguraban las encuestas, su movimiento se convirtió en la principal fuerza en el Senado al igualar su representación actual de 19 curules. En la Cámara de Representantes tuvo la segunda lista más votada, por detrás del Partido Liberal. Allí aumentó sus sillas a 32, trece escaños más que actualmente.

“Es un personaje que desde que llegó a la presidencia en 2002 ha tenido un manejo de su carisma, en su forma de ser, que entra mucho en un sector de la sociedad colombiana”, explicó Pedro Pablo Vanegas, experto en derecho electoral de la Universidad Externado.

Con Uribe seguramente votará Cambio Radical (centroderecha) y sectores del Partido Conservador, que han criticado apartados de lo convenido con los rebeldes comunistas.

Los tres movimientos suman 134 de los 280 curules en el parlamento. En la actual legislatura tienen 109 bancas.

Voto castigo

Con una rosa roja como símbolo de reconciliación, la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido del pacto de paz, tuvo un discretísimo debut electoral.

Pese a los 10 escaños que ya tenían asegurados por el acuerdo de paz, los exrebeldes comunistas quisieron aumentar su representación. Intento fallido: apenas obtuvieron 0,5 por ciento de los votos  que equivalen a 85,094.

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“No se siente un fracaso. Todo proyecto de ley que se tramite de aquí en adelante en el Congreso va a tener que consultar esa bancada, es importante, pesa”, dijo Imelda Daza, la fórmula vicepresidencial de Rodrigo Londoño (Timochenko), el líder de las FARC, quien abandonó la contienda por problemas de salud.

Los exguerrilleros recibieron un sonoro castigo que se reflejó también en el sólido apoyo que recibieron las fuerzas de derecha que más critican y que incluso proponen endurecer el pacto de paz para que los responsables de delitos atroces cumplan un mínimo de cárcel.

Este resultado “refleja el poco apoyo e incluso la hostilidad que hay en la opinión en Colombia en contra de la FARC”, afirmó Yann Basset, director del Observatorio para Procesos Electorales de la Universidad del Rosario.

Avance histórico

Contra todos los pronósticos, la izquierda y el centro alcanzaron una representación histórica. Antes de las votaciones, ambas corrientes penaban por mantener su representación. Pero ambas facciones que apoyan el acuerdo de paz alcanzaron 35 escaños en el Congreso. Si se suman los de la exguerrilla, llegan a 45.

Estarán representadas principalmente por los izquierdistas Polo Democrático Alternativo y la Lista de la Decencia, que se estrenaba en los comicios, más Alianza Verde (centro).
“La centro-izquierda es el sector que más progresa respecto de lo que pasó en el 2014”, señaló Basset.

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Entre el Polo y los Verdes obtuvieron 19 escaños en las elecciones de hace cuatro años, en un país históricamente gobernado y legislado por la derecha.

La votación representativa no significa necesariamente que vayan a formar bancada, pues las divisiones han marcado el rumbo de esos partidos. Además, el Polo y los Verdes apoyan la candidatura presidencial de Sergio Fajardo; la Lista de la Decencia la de Petro, y la FARC no ha definido su respaldo tras el abandono de Timochenko. Petro ganó la consulta interpartidista y ratificó su favoritismo en las urnas, que según sondeos comparte con Duque y Fajardo.

Izquierda y centro también tuvieron un destacado voto de opinión, reflejado en el excandidato presidencial Antanas Mockus (539,999 votos, centro) y el senador Jorge Robledo (225,761, izquierda), los más sufragados tras Uribe.

Santos, sin legado

Exministro implacable de Defensa, Santos sacó adelante lo que parecía casi imposible antes de su llegada a la presidencia en 2010: un acuerdo de paz con el grupo rebelde más poderoso de América, con un ejército de 7,000 combatientes financiado por el narcotráfico.

Las ya disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se convirtieron en partido, y están próximas a iniciar la confesión de sus crímenes y la reparación de las decenas de miles de víctimas.

Pero mientras el mundo abrazó su iniciativa e incluso lo premió con el Nobel de Paz, en Colombia su popularidad no llega al 20 por ciento y la coalición con la que gobernó prácticamente quedó enterrada.

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Su partido salió derrotado a manos de la derecha que más cuestiona al mandatario por el supuesto trato indulgente a los rebeldes marxistas.

“Es por el desgaste normal de estos ocho años de gobierno (…) y muy seguramente por la ausencia de liderazgos al interior” de su colectividad, sostuvo el experto en derecho electoral.

El Partido de la Unidad Nacional perdió 19 escaños con respecto a la pasada legislatura y ni siquiera tendrá candidato propio en las presidenciales.

Internacionales Colombia elecciones presidenciales FARC archivo

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