El exdiputado opositor José Pallais Arana opinó este lunes que los despidos del círculo cercano a Roberto Rivas en el Consejo Supremo Electoral (CSE) confirman que el control en este poder del Estado lo ejerce Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo.
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Según Pallais, hasta hace tres meses Rivas tenía el control administrativo del CSE, pero “subordinado al orteguismo”, no obstante, el control político y estratégico siempre ha estado en manos de Ortega y Murillo, presidente y vicepresidenta designados por el poder electoral, respectivamente.
“Rivas tenía el control desde el punto de vista administrativo, financiero y contable, pero desde el punto de vista de definición de política, de estrategia, de las prácticas electorales nunca lo tuvo, ni lo tienen ni lo tendrán (Lumberto) Campbell, ni tampoco (Mayra) Salinas. Eso lo ha conservado personalmente Daniel y lo ha ejercido a través de Rosario Murillo”, manifestó Pallais.
Sanción de EE.UU.
Rivas, presidente del CSE, fue sancionado por Estados Unidos el pasado 21 de diciembre a través de la Ley Global Magnitsky, que castiga a los extranjeros corruptos y violadores de derechos humanos. Veinticinco días después de esta sanción, comenzaron los despidos en el despacho de este funcionario.
El polémico magistrado ha sido vinculado —en investigaciones periodísticas— a la compra de lujosas propiedades, tanto en Nicaragua como Costa Rica, y a la adquisición de aviones; hallazgos que han sido contrastados con sus ingresos, unos cinco mil dólares mensuales como funcionario.
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Además es señalado por los opositores de perpetrar con los demás magistrados del CSE fraudes electorales a favor del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Pese a la alianza de Rivas con el oficialista FSLN, que data desde 2002, el gobierno de Ortega, a través de la Asamblea Nacional, le quitó funciones al presidente del CSE el 7 de febrero y se las entregó al vicepresidente de ese poder del Estado, Lumberto Campbell, otro leal de la familia presidencial.
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El politólogo José Antonio Peraza manifestó que, a pesar de todos estos cambios, Rivas sigue siendo el principal responsable de los fraudes electorales que se han cometido a favor del FSLN desde 2008.
Internacional y nacionalmente Roberto Rivas es el símbolo de la corrupción, de los fraudes electorales, porque él ha tolerado todo eso”.
José Antonio Peraza, politólogo.
Las municipales de 2008 se dieron bajo la administración de Rivas y son considerados el fraude mejor documentado de la historia del país, de acuerdo con las organizaciones de observación electoral nacional.
Peraza opinó que Ortega y Murillo mantienen a Rivas en el cargo de presidente del CSE porque quitarlo significaría mostrarse débiles.
Rivas, “tímido y humilde”
El magistrado electoral Roberto Rivas no aparece públicamente ni siquiera para referirse a la sanción que le impuso Estados Unidos en diciembre pasado, porque no le gusta estar expuesto a los medios de comunicación constantemente, según el diputado sandinista Wilfredo Navarro, quien se considera cercano al cuestionado funcionario.
“Él no es de los que anda diciendo ‘mírenme, aquí estoy’. No es como yo, que le gusta conversar con los periodistas, él (Rivas) es más humilde, tímido”, dijo Navarro.