Al fin, ISO 45001 como estándar global de Seguridad y Salud Ocupacional ha sido publicado el 12 de marzo, hecho que revolucionará la gestión de estas importantes materias y que moverá seguramente a aquellas organizaciones que estaban usando el ahora viejo y nunca bien ponderado OHSAS 18001, el cual a pesar de su buena intención, adolecía de fallas graves (hablo en pasado porque ahora ese sistema está difunto) habiendo sido su modelo más bien aspiracional, entendido esto como el pretender servir como un estándar global, pero que nunca llegó a consolidarse ni a ser generalmente aceptado, por no haber nacido en el seno de la familia de ISO, que son las normas de gestión de mayor uso planetario.
El nuevo estándar aprobado tuvo interminables ciclos de discusión y revisión en donde participaron más de 70 países, viene con un énfasis mayor para aquellas organizaciones cuya actuación se encuentra inserta en las cadenas de suministro globales -ejes de rotación de la integración mundial- pero que también de una manera muy versátil, su aplicación puede ser efectuada en compañías de cualquier tamaño y giro productivo, independientemente de su naturaleza industrial, tecnológica, comercial, servicios, entre otros.
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Las características de su estructura ya conocida y común a todas las normas ISO, permitirán integración armónica con los sistemas preexistentes de esta misma familia en las organizaciones, proveyendo una guía fácil de usar que puede ser aplicada a las empresas propias de un grupo, o bien, a aquellas en donde se tenga algún grado de participación.
La norma no puede ser más oportuna y con ella termina una fase y empieza otra vinculada a su aplicación y consolidación, para paliar ese flagelo de los accidentes laborales en el nivel mundial, que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es una epidemia que provoca casi 2.8 millones de personas fallecidas cada año, es decir, un promedio diario de 7,700 muertos (cada 24 horas, así como lo lee), lo cual supera con creces a cualquier enfermedad que cause más muertos, con la excepción de aquellas relacionadas con afectaciones cardíacas, de acuerdo con esa misma institución.
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La norma de referencia permitirá descontinuar con los “sistemas híbridos” en donde mediante una especie de retazos se fabricaba un sistema articulado por ISO 9001, 14001 y el antes nombrado OHSAS 18001, para obtener un “Lego” de sistemas de gestión que permitiera enfocarse integralmente en los temas de Seguridad Operacional y Salud Ocupacional, recurso utilizado por algunas organizaciones, pero que nunca llegaron a obtener logros notorios, debido a la naturaleza no-idónea y carente de un enfoque profundo en los mecanismos sistémicos requeridos careciendo de estandarización y consistencia, que son factores críticos de éxito en la gestión de las mejores empresas globales.
¿Qué pasará con las empresas que tienen OHSAS 18001?
Tendrán tres años para migrar de sistema porque es un hecho que ahora se puede afirmar categóricamente: OHSAS 18001 será reemplazado por ISO 45001. Punto.
No obstante la obligatoriedad del reemplazo, las organizaciones que migren no estarán obligadas a certificarse per se, porque la certificación no es un requerimiento del nuevo estándar, aunque obviamente abona a la congruencia proceder con la certificación para acceder a los beneficios del reconocimiento y carta de presentación ante otras organizaciones de negocios con las que se pretenda trabajar.
¿Qué debo hacer como gerencia general en lo inmediato?
Determinar primero una estrategia de adopción, si es que se ha valorado subir de nivel en la gestión de seguridad y salud ocupacional, puesto que ahora ninguna organización tendrá una excusa para no adoptarla porque le ahorrará tiempo y esfuerzos con el marco de cumplimiento en vez de inventar la rueda.
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Para las empresas con sistemas tipo OHSAS 18001, lo más congruente es proceder a recibir capacitación con instructores certificados internacionalmente, evitando caer en las superficialidades y baratijas ofrecidas por los mercaderes de las capacitaciones light o del “karaoke didáctico”, que ya desde antes de ser aprobado el estándar, ilógica y risiblemente estaban impartiendo formación ¡hasta como auditores de ISO 45001!
Improvisar la formación competente solamente sembrará confusión y alarma en lo que esta iniciativa sugiere, que es estructurar conscientemente una transición ordenada, evitando el “modo crisis”, sino ejecutarla en “modo Proyecto”.
El autor es director ejecutivo de Cambio Cultural Consultores