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Felipe Chamorro Argeñal, gerente Empresa Sol Maya

Productos Sol Maya con nueva imagen

Para adecuarse a los nuevos patrones de consumo y seguir satisfaciendo las necesidades de sus clientes, tras 23 años de lucir una imagen sobria en la que predominaban los colores naranja y azul, Sol Maya renovó su imagen incorporando colores juveniles y atrevidos

Para adecuarse a los nuevos patrones de consumo y seguir satisfaciendo las necesidades de sus clientes, tras 23 años de lucir una imagen sobria en la que predominaban los colores naranja y azul, Sol Maya renovó su imagen incorporando colores juveniles y atrevidos. Con esta, pretende seguir conquistando el mercado local a través del uso de nuevos canales de distribución, pero también en el corto plazo llevar su oferta a los países vecinos.

“Creemos que la imagen de nuestros productos ya estaba saturada, era muy seca y queríamos algo más juvenil y atrevido, más radiante. Ha sido realmente un proceso difícil, llevamos más de dos años trabajando en esto y el 6 de marzo salimos al mercado con la nueva imagen y sabemos que vamos a tener una buena recompensa”, asegura Felipe Chamorro Argeñal, gerente general de Comercial MW, propietaria de la marca Sol Maya.

Este no es el primer cambio que se le hace a la imagen de esta marca, que nació originalmente como Maya, luego la visión de convertirla en el futuro en una marca internacional propició que se agregara la palabra Sol. También a lo largo de estos años, Miryam Mántica, esposa de Chamorro, ha incorporado ajustes en los colores y detalles a la imagen de la marca.

“Pero este de ahora es un cambio radical, totalmente moderno, juvenil y ágil, pero siempre manteniendo la esencia del nombre y tiene que ver con la presencia de sangre joven en la empresa, estoy incorporando a mis hijos y Felipe fue el que me convenció de impulsar este cambio, él es mercadólogo y me venía pidiendo este cambio hasta que me convenció de la necesidad de tener una marca más joven”, relata Chamorro Argeñal.

Era necesario el cambio

Para Felipe Chamorro Mántica, era necesario cambiar la imagen de la marca porque siempre le han gustado los productos, pero nunca se sintió identificado con ella. “Veía nuestros productos al lado de nuestros competidores y sentía que no dábamos la talla, además le pregunté a mi papá si se sentía orgulloso de esa imagen y al final lo convencí de hacer el cambio que nos tomó dos años”.

Chamorro Argeñal añade que la necesidad de modernizar la imagen de la marca surgió porque ahora la empresa tiene dos líneas: “la tradicional que es para cocinar y que llamamos to cook y la alegre y juvenil y más como pícara de la empresa, la de los snacks que es la línea que llamamos to eat y que va dirigida a los jóvenes porque es para llevarla directamente a la boca. Entonces ahora cada familia (o línea) tiene una imagen propia”.

La nueva imagen mantiene los colores naranja y azul y en el logo se incluyeron algunos de los productos que distribuyen, entre ellos una almendra, un arándano, una hoja de laurel, un maní y otros. Además, se incorporaron seis nuevos colores: el verde limón para la línea to cook (para cocinar) que incluye condimentos, sazonadores, especias, empanizadores, aderezos, consomé y otros productos en distintas presentaciones.

Los otros cinco colores están distribuidos en la línea to eat (para comer) en la que se ofrece maní, pasas, almendras, semillas de marañón, pistacho, arándanos y otras frutas secas, solas y combinadas y en distintas presentaciones. En esta familia de productos el verde claro identificará a las semillas, el verde olivo al maní, el morado a los frutos secos, el café los productos garapiñados y el color rojo los mixes o mezclas de productos, detalla Felipe Chamorro Mántica.

Años de crecimiento

Esta empresa familiar fundada en 1996 y adquirida por Chamorro Argeñal en 1999, inició con un capital de veinte mil dólares y solo vendía condimentos, sazonadores y otros productos para cocinar. En esos años cuatro personas bastaban para realizar las labores de la empresa, pero durante los 23 años de operaciones han logrado un crecimiento que ahora demanda la colaboración de 88 personas.

En total, las dos líneas que maneja incluyen 320 productos empacados en más de 520 presentaciones. “Empacamos línea para supermercado, otra especial para las pulperías, también empaques grandes para los restaurantes y hoteles y empaques especiales en bolsas de 50 libras para la industria”, detalla Chamorro Argeñal.

Productos como el maní, la semilla de marañón, el achiote y otras especias las adquieren de productores locales, pero otros productos, como las pasas, los condimentos y otros los importan desde Chile y Estados Unidos, respectivamente, ya que el fuerte de la empresa es el empaque y la distribución.

Sol Maya distribuye sus productos en todas las cadenas de supermercados del país, también en minisúper, hoteles, restaurantes y algunas pulperías. Pero una de sus metas es llegar a todas las pulperías del país y a los mayoristas, pretende lograrlo a través de una alianza con un gran distribuidor que mueve diariamente setenta camiones y 75 vendedores.

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