Damaris Murillo vive en Los Vanegas, una comarca cercana a la Carretera a Masaya, y todos los días baja al centro de la capital a bordo de buses interlocales porque no hay rutas del transporte público de Managua que la lleven a su destino. “Me toca pagar entre ocho y diez córdobas cada viaje, sale caro”, lamenta pero sabe que es la única manera para ir a trabajar.
La situación de Murillo no es caso aislado porque similar ocurre con su esposo y personas que habitan en otras zonas de la capital donde no circula ninguna de las 35 rutas permitidas por el Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma).
Esta falta de cobertura del transporte público es estudiado por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en el Plan Maestro de Desarrollo Urbano que elaboró para la Alcaldía de Managua, por lo que “el refuerzo de la red de transporte público es una necesidad crucial para la ciudad, y la reorganización de la red de buses existente para las áreas no cubiertas será una importante medida a tomar”.
Con esto, los objetivos son servir el área poblada dentro de la ciudad con buses públicos urbanos y mejorar la calidad del servicio, para reducir el volumen del tráfico que actualmente representa un problema y reto en Managua.
Los japoneses han aclarado que además de reorganizar las rutas de Managua, se debe invertir en la construcción de cuatro sistemas de transporte masivo en corredores claves para que se conecten con las unidades de transporte colectivo.
Las pistas Suburbana y Juan Pablo II, y las carreteras a Masaya y Norte, son los ejes viales propuestos para implementar el transporte masivo con transporte público guiado, autobús de tránsito rápido y tren ligero.
La inversión calculada en construcción para el proyecto de transporte masivo en los cuatro corredores es de 1,578 millones de dólares, más 10 millones para los respectivos estudios.
Con este dinero se atenderían 15 kilómetros de la pista Suburbana, 11.9 kilómetros de la Juan Pablo II, 11.6 kilómetros de la Carretera a Masaya y 20.8 kilómetros de la Carretera Norte y parte de la Sur.
Mapanica secunda
Para Rodrigo Rodríguez, miembro del proyecto Mapanica, es importante que se revisen las rutas y se actualicen sus recorridos porque hay zonas pobladas y de alta actividad comercial de Managua que no son cubiertas.
Tal aseveración la brinda luego de participar en el mapeo del transporte colectivo de Managua y Ciudad Sandino, cuya información es de acceso al público de forma gratuita para quienes se les dificulta la localización.
Otra muestra de que es necesario revisar los recorridos de las 35 rutas es que hay puntos en la capital donde son similares los recorridos y que además de saturar la red vial, crea una competencia entre los conductores en el afán de lograr la mayoría de los pasajeros.
Rodríguez dice que existen seis zonas donde pasa más del 60 por ciento de las rutas capitalinas, una razón para que ocurran accidentes de tránsito al haber competencia entre unidades para llegar primero a la parada de buses.
La Universidad Centroamericana y los mercados Roberto Huembes y Oriental, son algunos lugares que identifica Rodríguez después de colaborar con Mapanica.
Ciudadanos habla de la Comodidad y seguridad
Para realizar el diagnóstico del sector, el JICA desarrolló diferentes actividades. Una de esta fue encuestas mediante entrevistas, que “reveló las grandes preocupaciones por parte de los ciudadanos sobre comodidad y seguridad de los servicios de bus existentes”.
Esto tiene que ver con que las unidades viajan con exceso de pasajeros y a velocidades que sobrepasan el límite, en la mayoría de los casos cuando es hora pico, asimismo que ocurren robos dentro de los buses.
Renovación de la flota
Antes de 2009 el transporte colectivo de Managua estaba conformado por buses que en su mayoría estaban destartalos. El color que predominaba en sus carrocerías era el amarillo porque casi todos primero fueron buses escolares en Estados Unidos.
En junio de 2009 el Gobierno central inició la renovación con la entrega de las primeras 110 unidades, traídos de Rusia. Para agosto de 2011 se cambiaron 595. Continuó hasta entregar las últimas 130 en marzo de 2013.
El Estado de Nicaragua subsidia el transporte colectivo de la capital para que la tarifa del pasaje se mantenga congelada en 2.50 córdobas. Vende el diesel a un precio menor del valor del mercado y desembolsa dinero cada tres meses.
El caso de Ciudad Belén
Con fondos taiwaneses, el Gobierno de Nicaragua construyó el proyecto de casas Ciudad Belén, en la zona este de Managua, conocida como Sabana Grande. Son 1,700 viviendas las entregadas a familias que habitaban en puntos críticos. Al ser una zona nueva de asentamiento humano, la Alcaldía de Managua, por medio del Irtramma, hizo que la terminal de la ruta 163 fuera en Ciudad Belén, para que no quedara aislada.