Desde el 2005 y hasta 2017 el Estado ha gastado casi 500 millones de dólares en su política de subsidio eléctrico a la tarifa residencial, según cifras del Instituto Nicaragüense de Energía (INE), que revelan que en este periodo los desembolsos se han incrementado más fuerte que el número de beneficiarios.
En 2005, cuando el gobierno de Enrique Bolaños, se comenzó a aplicar esta política, el Estado desembolsó un millón de dólares y 436,408 clientes eran beneficiarios.
Hasta el año pasado, el costo por mantener esta política había escalado a 64.4 millones de dólares, es decir 6,315 por ciento más que en 2005 y el número de clientes se ubicó en 812,993, lo que implicó un aumento de 87 por ciento en el periodo analizado.
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A través de esta política de subvención eléctrica, los consumidores de hasta 150 kilovatios de energía mensual solo pagaban el 47.2 por ciento de su factura, el resto era asumido por el Estado.
¿A qué se debe que el gasto por subsidio creció más fuerte que el número de beneficiarios?
El economista Adolfo Acevedo sostiene que el crecimiento exponencial de este gasto en 12 años puede explicarse por el aumento de la tarifa efectiva respecto a la tarifa congelada, que era la de 2005.
En este incremento entre ambas tarifas influye la variación de precio del petróleo, pero además Acevedo señala que incide el hecho de que las pérdidas técnicas desde entonces no se han logrado reducir y son de las más altas de Centroamérica.
El economista recuerda que una parte de estas pérdidas técnicas (es decir la energía que no se factura, ya sea por fallas en la red de distribución o por robo de energía) se trasladan a la tarifa del consumidor final.
En Nicaragua las pérdidas técnicas hasta el 2017 fueron del 23 por ciento, cuando la media en la región es del 11 por ciento, según cifras oficiales.
Acevedo añade otro factor: la incorporación a la matriz de plantas de energía con fuentes renovables, cuyo precio de producción en su momento era más barato, hasta que el precio del crudo comenzó a bajar fuertemente en 2015.
En total, el subsidio se mantuvo invariable 153 meses, incluyendo los tres meses de este año que no tuvo variación.
Recorte en momentos de más beneficiarios
Asimismo, el INE indica que en enero de este año la cifra de beneficiados aumentó a 844,607 clientes, que con relación a diciembre equivale a un incremento absoluto de 5,555 usuarios. Solo en enero de este año se pagó por subsidio 5.6 millones de dólares.
El INE reporta que el departamento con más clientes subsidiados fue Managua, que solo en el 2017 reportó 238,706 beneficiados, seguido por Matagalpa con 81,365 clientes.
El especialista en energía Fernando Bárcenas explica que no solo el subsidio se hace necesario porque el PIB per cápita en Nicaragua es inferior 5.5 veces al de Costa Rica y 6.53 veces inferior al de Panamá, sino “porque la tarifa es comparativamente excesiva en Nicaragua y se vuelve inaccesible el uso de la electricidad al 50 por ciento de la población con ingresos sumamente bajos”.
El Gobierno anunció este año un ajuste en el programa de subsidio eléctrico, que implicará, entre otras medidas, una reducción gradual durante los próximos cinco años en el porcentaje de subvención estatal que reciben los consumidores menores de 150 kilovatios.
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Solo este año Acevedo señala que el aumento promedio de la tarifa de los que consumen de 100 a 150 kWh será del 17 por ciento.
“Esta disminución del subsidio social es al parecer solo una primera fase. La siguiente fase, según lo propone la Cámara de Energía del Cosep, será la disminución o eliminación de los subsidios cruzados, mediante esta reducción o eliminación de los subsidios cruzados los cargos aplicados a los tramos más bajos de consumo tenderán a equipararse con los cargos de los rangos de consumo superiores”, explica Acevedo.
Bárcenas estima que en los cinco años de ajuste en el sector energético los clientes que antes eran subsidiados habrán entregado un acumulado de 102 millones de dólares por efecto de la reducción del subsidio, más 5.1 millones por deslizamiento de la moneda.
Ajustes al subsidio en abril
A partir de abril de este año, comienza el ajuste gradual al subsidio eléctrico, siendo uno de los requerimientos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para aprobar un préstamo por 65 millones de dólares para fortalecer el sector eléctrico del país.
Los objetivos del préstamo otorgado por el BID es que el país tenga estabilidad macroeconómica, garantizar la sostenibilidad financiera del sector eléctrico, mejorar la transparencia de resultados en la gestión del sector, promover una matriz energética sostenible e impulsar la integración regional del sector eléctrico.
Para ejecutar el proyecto financiado por el BID, este año inicia el ajuste al subsidio eléctrico que concluirá en el 2022, cuando los que consuman de 0 a 50 kWh recibirán un subsidio del 50 por ciento, lo que consuman de 51 a 100 kWh su beneficio se reducirá al 45 por ciento, los que consuman de 101 a 125 kWh su subsidio será del 25 por ciento, mientras que los que consumen de 126 a 150 kWh hasta el 2020 será del 25 por ciento, pero no da a conocer cuál será la medida en 2021 y 2022, cuando termine el ajuste.
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Millones saldrán de consumidores
El ingeniero eléctrico Fernando Bárcenas señala que con el ajuste a la tarifa social ahora este grupo que antes era subsidiado tendrá que desembolsar este año en promedio diez millones de dólares, esto va a variar si la tarifa de energía aumenta o si la población crece y si aumenta el consumo promedio.
“En todo el 2018 los clientes, los 830 mil clientes, van a entregarle a la distribuidora diez millones de dólares en todo el año, pero eso depende, puede variar porque si en el primer semestre estos señores revisan y deciden vamos aumentarle la tarifa, inmediatamente aumenta (el desembolso)”, explica Bárcenas.