Aunque las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas Medioambiente podrían sonar un poco exageradas, ya que en el 2050 habría más plástico que peces en el mar, si no se hace nada ante ese problema de contaminación, para el científico Jaime Incer Barquero, son muy probables.
Es un problema de todo el planeta, y en el caso de Nicaragua, la Semana Mayor es una de las épocas donde más plástico llega a los mares de todo el territorio debido a que miles de personas se disponen a visitar las distintas playas, ríos y lagunas del país.
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Aunque no existen estadísticas oficiales sobre la cantidad de basura marina, las jornadas de limpieza son una forma de exponer la situación en la que se encuentran espejos de agua como el Cocibolca.
Hace 15 días, en el sector que comprende el Centro Turístico de Granada, se recolectaron 150 libras de bolsas plásticas, 80 libras de botellas de material pet (de las que están hechas las botellas desechables), cinco libras de tapas de plástico y 50 libras de cualquier otro tipo de material, explicó el integrante del Centro Nicaragüense de Conservación Ambiental (Cenica), Bernis Cunningham.
Según el ambientalista, los turistas llevan artículos desechables y sumado a la venta de helado, comidas, y otros negocios, que no tiene una gestión integrada de sus residuos sólidos.
“En Granada, las costas quedan totalmente devastadas por la basura que generan los veraneantes”, expresó Cunningham. Por otro lado, Incer Barquero, aseguró que cuando toda la basura que queda en las costas es arrastrada por las olas es medio difícil “pescarla”.
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El plástico también afecta a la fauna marina, en especial, a especies como la tortugas, ya que estas las confunden con medusas, las ingieren y se ahogan.
Por ello, Incer Barquero recomendó que cada persona que visite la playa lleve un recipiente para guardar su basura, a las autoridades municipales que garanticen de depósitos para los desechos sólidos, y además, se necesita de una persona que vigile el actuar ciudadano frente a la contaminación de los océanos, es decir, que regule que no se tire la basura por cualquier lado y mucho menos, que se deje en la costa.
Es más que contaminar
Tirar desechos en ríos, lagos, lagunas implica más que contaminación, ya que estos “son reservas de vida”, según la Organización de Naciones Unidas Medioambiente. De esos espejos de agua proviene el agua dulce, que es utilizada, posterior de pasar por su respectivo tratamiento, para consumo humano, cultivo de alimentos, cuidados personales, además de la conservación de la biodiversidad marina, incluida la pesca. Por todos estos beneficios debe ser protegida por la ciudadanía.
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por ciento es el estimado de las aves marinas que habrían ingerido plástico para el año 2050, según estimaciones de la Organización de Naciones Unidas Medioambiente.