El llamado Mapa de la Violencia, elaborado por la Policía Nacional, confirma que la cifra oficial de violaciones en Nicaragua cerró en 989 en el 2017.
De acuerdo con el dato oficial, al hacer una comparación de los hechos registrados entre 2016 y 2017, las violaciones están en descenso en el país.
La Policía contabilizó el año pasado 989 violaciones, lo que representó 111 casos menos que los reportados en 2016.
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Sin embargo, el Gobierno central publicó en enero pasado en el llamado Libro Blanco de la delincuencia, 980 violaciones con datos no concluidos del 2017.
Las organizaciones que trabajan con las víctimas de la violencia en el país, expresaron que sostienen los mismos señalamientos que hicieron en enero cuando el Gobierno publicó el Libro Blanco, en cuanto a que el registro oficial solo reporta un tipo de violencia sexual.
Organizaciones de mujeres cuestionan cifras
Al igual que en el Libro Blanco, en el Mapa de la Violencia, la Policía Nacional solo hace referencia a las violaciones, cuando las organizaciones sostienen que el delito es más amplio, pues se trata de agresiones contra la integridad sexual.
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La dirigente del Movimiento Contra el Abuso Sexual, Lorna Norori, aclaró que como organización no tenían “una expectativa” alrededor del Mapa.
Sin embargo, dijo, “a mí me parece que es ridículo, además me parece una burla para la ciudadanía que estén sacando los mismos datos de un Libro Blanco que están en entredicho sus cifras, para hablar tan parcialmente de un problema que es muchísimo más grave de lo que están pintando”.
“Aquí están obviando las denuncias en total que ha habido, están obviando la comunicación que debe haber entre el Instituto de Medicina Legal y la Policía para llevar esta contabilidad y poder verdaderamente ver qué es lo que pasa con la problemática”, dijo Norori.
Norori, quien es especialista en la atención de víctimas de abuso sexual, señaló que “desde el momento que se está emitiendo (un mapa) a partir de datos que están en entredicho, todo lo demás pasa por verse como una burla”.
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La especialista dijo que lo único que pueden esperar es que el Gobierno no pretenda adoptar medidas a partir de las cifras publicadas en ese mapa.
Norori se preguntó qué es lo que pretende demostrar el Gobierno con ese mapa. “¿Quieren demostrar que tienen la razón? ¿Quieren demostrar que en Nicaragua no está ocurriendo tanta violencia hacia las mujeres y las niñas?”.
Expresó que con la elaboración de un Mapa de la Violencia, las autoridades tenían la oportunidad, por un lado, “de haber tomado en serio el tema y profundizar las condiciones en que se están produciendo los delitos, hasta el hecho de cómo se está percibiendo y penalizando a los delincuentes”.
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Y por otra parte, debió haber permitido definir el rol que juegan las instituciones en la atención a la violencia, que actualmente no están diciendo nada.
Según Norori, el Gobierno debe ver el problema como es realmente “y no de una manera tan tergiversada”.
Un país bonito
Para Magaly Quintana, del Observatorio Voces, que monitorea los casos de violencia contra la mujer, con esto las autoridades intentan demostrar que en el país no pasa nada.
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“Qué bonito que las mujeres vivamos en este país, no hay violaciones, en la mayoría de los departamentos y municipios, no hay violaciones”, ironizó Quintana, quien coincide con Norori en cuanto a que en el dato oficial “siguen insistiendo que la violencia sexual solamente se reduce a la problemática de violación, quitando los otros delitos, el estupro, el abuso sexual”.
Y demuestra, según Quintana, que “así como se presentan estos datos, el mensaje es claro: no estamos dispuestos a cambiar, todavía se vuelve más peligroso por las reformas al Código de la Niñez y reformas a lo relacionado con la problemática de la mujer”.