Leyman Benavides sorteó las dificultades para convertirse en campeón Fedelatin de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) de las 105 libras, al derrotar al boricua Wilfredo Méndez. El muchacho nicaragüense no supo lo que es el miedo, se fue al frente desde el principio, soportó castigo, descargó su furia y al final los jueces premiaron con una decisión unánime su coraje desmedido y riesgo constante.
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Tras perder el primer asalto, Benavides se sentía incómodo por la guardia zurda de su oponente. No obstante, no se desesperó, tuvo más paciencia y no dejó de tirar golpes. Ese fue otro de los factores clave del triunfo, el pinolero mostró una condición física impecable.
Durante el tercer asalto envió a la lona a Méndez, invicto hasta ese momento en nueve combates, varios ganchos al estómago e hígado hicieron efecto. Méndez se arrodilló pero al levantarse sonó la campana y Benavides no pudo rematar.
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Eso provocó un impulso mayúsculo en Benavides. A partir de ahí salió con mucha determinación, tampoco cayó en el juego del rival con tantos amarres. El nica se mantuvo sereno y castigaba tanto a la corta como a la larga distancia. El combate se convirtió en un monólogo del nicaragüense, siempre adelante, siempre con la iniciativa y el boricua agotado, sin condiciones y al borde del colapso.
Dos tarjetas vieron ganador a Leyman 107-101 y la última 106-102 en un combate que se alargó a 11 asaltos.
El nica llegó a 14 victorias con seis derrotas y un empate.