A Yokasta Valle solían decirle que no se convertiría en campeona de boxeo. Que las mujeres no podían ganar esos títulos antes que los hombres y que no servía de nada que se esforzara tanto. Ella solo callaba y se decía a sí misma: “Un momento, ¿cómo van a decir que no puedo si yo entreno y me sacrifico igual o hasta más que un hombre?”
Fue por ese mismo coraje y determinación que el 16 de diciembre del 2016 se convirtió en la primera campeona mundial en 102 libras, peso átomo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB). Una categoría que el órgano boxístico recién incluyó.
Y esta corona no solo fue para Costa Rica, pues el corazón de Yokasta está dividido entre ese país y Nicaragua, porque ella y toda su familia son originarios de Ciudad Darío, en Matagalpa.
“Yo represento a Costa Rica y Nicaragua por mis orígenes. Y si voy a pelear a Japón por otro título yo subiré con las dos banderas”, afirma la deportista de 25 años.
Orígenes
La primera vez que Yokasta Valle se subió a un cuadrilátero de boxeo estaba tan nerviosa que ni comprendía por qué lo estaba haciendo. Vio a su rival y sintió miedo. Oyó la campana sonar y después de unos cuantos golpes ganó su primera pelea. Yoka —como le dicen en el boxeo—, tenía 13 años y hacía 20 días que había llegado a ese gimnasio por petición de su papá.
Fue después de esa primera pelea que se dio cuenta que el boxeo sería algo más que un pasatiempos en su vida.
Hasta ese día el boxeo era uno de los deportes que no le interesaban. Le parecía muy violento y de hecho esa fue su primera impresión al llegar al gimnasio. Veía aquello desagradable y mal oliente. Se quedó solo porque su papá se lo pidió. A ella lo que le gustaba era el voleibol. Y es que el deporte lo lleva en la sangre, pues su mamá practicó ese deporte durante años, su papá fue fisicoculturista y su abuelo es entrenador en Ciudad Darío.
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De las cinco hijas que tuvieron Rommel Valle y su esposa Azucena Álvarez, dos de ellas nacieron en Nicaragua. Yokasta fue una de esas dos. Ella y su hermana mayor pasaron parte de su infancia en su país natal hasta que tuvieron que mudarse a Costa Rica porque su papá se fue allí a trabajar.
“Para mí fue súper difícil”, cuenta con acento tico desde San José, Costa Rica, vía telefónica. “Yo me acuerdo que yo lloraba porque pensaba que venía de paseo. Creía que me iba a quedar unos cuantos meses y después me iba a regresar a Nicaragua”.
A Nicaragua solo regresaría durante las vacaciones o en algunos combates. En 2013, ya como boxeadora, se ganó su primera medalla de oro en el Campeonato Centroamericano de Boxeo Olímpico realizado en el Puerto Salvador Allende. En esa ocasión peleó contra la guatemalteca Esther Micheo.
Peso átomo
En diciembre de 2016 don Silverio Valle viajó de Nicaragua a Costa Rica convencido que el 16 de ese mes, su nieta ganaría su primer título mundial. Ese día llegó junto a otros familiares al parque central de San José, Costa Rica, donde se realizaría la pelea, y se instaló lo más cerca que pudo para ver ganar a su nieta.
A eso de las 4:00 de la tarde su nieta Yokasta subió al ring vestida y se enfrentó a la mexicana Victoria Polo, quien hasta ese día no tenía una sola derrota. La pelea, según recuerdan, no fue fácil, pero Valle ganó por decisión dividida.
“Fue una pelea durísima. Peleé con una mexicana, eran 10 rounds y los peleé todos. Me acuerdo que mi abuelito estaba diciendo ‘ella es mi nieta, ella tiene raíces nicaragüenses’. Me apoyó bastante gente”, cuenta Valle.
Yokasta se convirtió en la primera boxeadora en ganar en la categoría de peso átomo, 102 libras, que hasta ese año la Federación Internacional de Boxeo incluyó en sus divisiones de peso. Según medios locales esta división es dominada por boxeadoras japonesas por el tamaño y el peso.
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Mujer coraje
Antes de convertirse en campeona Yokasta pensó en retirarse. En el gimnasio en el que entrenaba sentía que la menospreciaban. Los hombres le decían: “Ay, no, usted jamás va a ser campeona mundial porque los que lo logran primero son los hombres”. Y las mujeres también la trataban mal.
“Al inicio en el gimnasio que yo entrenaba no me daban importancia por estar empezando. Yo me tenía que esperar a que Hanna Gabriel —la boxeadora más destacada de Costa Rica— terminara de entrenar. Ella decía: ‘Ay, no, que yo no quiero entrenar a la misma hora que ella (Yokasta)’. Ella no quería que otra persona triunfara”, revela Valle.
Yokasta viajaba al gimnasio desde San José hasta Alajuela y a veces pasaba todo el día esperando a que Gabriel terminara sus entrenamientos. Fue en ese momento que pensó en retirarse. “Llegó un momento en que me yo dije: ‘Voy a dejar el boxeo porque no me dejan entrenar’. Yo me tenía que entrenar”, dice.
Otra promesa del boxeo
La hermana menor de Yokasta Valle también es boxeadora. Naomy Valle, de 13 años, se involucró en este deporte influenciada por su hermana campeona. Ella la convenció para que ingresara al boxeo, y aunque a la niña pugilista lo que más le gustaba era el futbol, pronto comenzó a destacar en boxeo.
En julio del año pasado, Naomy Valle ganó medalla de oro durante los Juegos Nacionales en la categoría escolar de 44 kilogramos, detalla La Nación de Costa Rica.
“Me gustaría que ella fuera mi heredera, que hiciera carrera en el boxeo. Sé que es una disciplina de mucho sacrificio y hay que entrenar muy duro. Pero será ella quien escoja el camino que desee”, dijo Yokasta a La Nación.
Recuadro: Logros
Yokasta Valle inició en los juegos nacionales de Costa Rica. Allí sumó sus primeras medallas de oro. Luego participó en los Juegos Centroamericanos de Boxeo donde se coronó como bicampeona en 2013 y 2014.
En el 2016 ganó el título mundial de las 102 libras, peso átomo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
A nivel profesional Yokasta ha peleado 13 veces, ha ganado seis peleas por nocaut y tiene una derrota. El año pasado peleó en Japón por el título mundial de las 108 libras ante la veterana Naoko Fujioka, pero perdió por decisión contra la nipona de 42 años y campeona en cinco categorías distintas.