Su origen
Stephen William Hawking nació el 8 de enero de 1942, en Oxford, Inglaterra. Era el mayor de cuatro hermanos. La familia de Hawking era excéntrica e intelectual. El padre, Frank Hawking, era biólogo y el único apicultor de la ciudad. La familia Hawking era conocida por la extraña costumbre de que todos se sentaban a comer a la mesa leyendo un libro cada uno, según narra la exesposa de Hawking, Jane Wilde. Los Hawking eran los únicos que tenían esquíes en la ciudad y Stephen se paseaba esquiando frente a la casa de Jane. Así conoció a quien sería su futuro esposo.
Su enfermedad
En 1963, Stephen Hawking fue diagnosticado con esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Tenía 21 años y los médicos le dijeron que después del diagnóstico no viviría más de dos años. Hawking vivió más de cinco décadas con su enfermedad, lo que para los expertos no tiene explicación. La ELA es “una enfermedad motoneuronal degenerativa que paraliza gran parte de las funciones del cuerpo”, explica la BBC. Hasta sus últimos días, Hawking solo podía mover un músculo cerca de la mejilla. En 1985 enfermó de pulmonía y para que pudiera respirar adecuadamente se le practicó una traqueotomía que le hizo perder la voz.
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Su familia
Stephen Hawking se casó con Jane Wilde poco después de ser diagnosticado con la enfermedad que padeció toda su vida. Con ella tuvo tres hijos: Lucy, Robert y Tim Hawking. Después de 30 años, Hawking se divorció de Wilde y posteriormente se casó con Elaine Mason, con quien no tuvo hijos. Con esta última estuvo casado por 11 años. Mason fue acusada por la hija de Hawking de maltratar a su padre. Varias veces el astrofísico fue al hospital con cortes, moretones, quemaduras en el cuerpo y hasta un cuadro de insolación porque Mason lo dejó demasiado tiempo expuesto al sol.
Sus descubrimientos
El legado de Hawking es invaluable. Es uno de los científicos más populares y prestigiosos del último siglo, además de uno de los más influyentes después de Albert Einstein. Hawking se graduó con honores en Física en Oxford y después obtuvo un posgrado en Cosmología en la Universidad de Cambridge. Será recordado por su extraordinario trabajo sobre los agujeros negros. “Por intentar unificar las dos grandes teorías de la física del siglo XX, la de la relatividad y la de la física cuántica; también por los populares títulos divulgativos de los que fue autor, entre ellos Breve Historia del Tiempo, del Big Bang a los Agujeros Negros, publicado en 1988, y convertido en el libro de ciencia más vendido de la historia”, asegura El País.
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El día que organizó una fiesta para viajeros del tiempo
En junio de 2009 Hawking organizó una fiesta a la que nadie llegó. “Me gustan los experimentos simples y… el champán. Así que combiné dos de mis cosas favoritas para ver si los viajes en el tiempo del futuro al pasado son posibles”, explicó Hawking en el documental Into the Universe with Stephen Hawking. El científico no le dijo a nadie de la fiesta y hasta que el evento terminó envió las invitaciones, que incluían las coordenadas exactas en tiempo y espacio de la gala. “Usted está cordialmente invitado al evento para viajeros del tiempo organizado por el profesor Stephen Hawking”, indicaban. “Quizás, algún día, alguien viviendo en el futuro va a encontrar la información y usará una máquina del tiempo para venir a mi fiesta, probando que, un día, los viajes en el tiempo serán posibles”, dijo en el documental.
Su máquina
Gracias a la tecnología, Stephen Hawking logró comunicarse y transportarse durante las más de cinco décadas que vivió con su enfermedad. Después de perder el habla, en 1985, Hawking usaba una computadora de escritorio en su silla de ruedas y un altavoz que proyectaba su voz, pero cuando perdió la movilidad en la mano, no pudo seguir usándola. Desde que solo podía mover un músculo en su mejilla, Hawking hablaba a través de un programa que le mostraba un teclado en la pantalla y él selecciona las letras moviendo su mejilla. El interruptor que identificaba los movimientos de su mejilla estaba conectado a sus gafas. Cuando tenía una frase lista, la enviaba a su sintetizador de voz. Para desplazarse controlaba su silla con el movimiento de cabeza y ojos.
Sus frases
Sobre la eutanasia: “La víctima debe tener el derecho de poner fin a su vida, si así lo quiere. Pero creo que sería un gran error. Por mala que la vida pueda parecer, siempre hay algo por hacerse, y tener éxito en ello. Mientras hay vida, hay esperanza”. Citado por el People’s Daily Online, 2006. Sobre la fama: “La desventaja de mi celebridad es que no puedo ir a cualquier parte en el mundo sin ser reconocido. No es suficiente que me ponga gafas de sol y una peluca. La silla de ruedas me delata”. Entrevista con la televisión israelí, 2006.