14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Cartas al editor | LA PRENSA | 19 de marzo 2018

El concepto de outsourcing data de finales de los años noventa con el enfoque de la prestación de servicios que requieren conocimientos especializados.

Outsourcing y contratos de confidencialidad
El concepto de outsourcing data de finales de los años noventa con el enfoque de la prestación de servicios que requieren habilidades y conocimientos especializados. Este servicio vio su origen en necesidades que requerían empresas con procesos donde la curva del aprendizaje, la administración y el manejo mismo de un determinado proceso se volvía complicado y poco eficaz para empresas especializadas a vender servicios en escala.

Gradualmente se fue desarrollando hasta llegar a ser lo que es hoy, un nicho de mucha trascendencia en la economía de Nicaragua. Actualmente este servicio representa vectores que ofrecen mediante contratos altamente complejos en cuanto a su eficacia y confidencialidad ventajas en cuanto a la administración de servicios de seguridad, limpieza, informática, construcción, tecnología, entre otros aspectos operativos y logísticos que al tercerizarlos deberían promover mayor rentabilidad y eficiencias en las corporaciones y empresas que lo contratan.

Algunas desventajas de los servicios outsourcing es que, dentro de su diversidad, es difícil regular el ámbito toral o eje fundamental de estos, como es la confidencialidad expresada en contratos legales donde se enuncia un cuerpo normativo de protección a las empresas demandantes, pues estas pudieran verse seriamente comprometidas y en caóticas situaciones en el mercado o plaza que operan y por ende exponer al riesgo su patrimonio o secretos económicos internos al dar paso a este tipo de acuerdos bilaterales.

Ante esos aspectos tan delicados y de faltas graves al cumplimiento del sigilo establecidos en contratos por prestación de estos servicios, muchos empresarios se plantearán la duda, de que ¿realmente estoy regulando y protegiendo a mi institución al contratar estos servicios? ¿Me estaré exponiendo a riesgos inherentes por no conocer la naturaleza real de lo que he contratado o firmado?

Ante lo expuesto se pudiera decir, dada la naturaleza de estos servicios crecientes, que siempre existirá un mediano o alto riesgo si no se toman las medidas pertinentes como establecer pláticas cotidianas con el prestatario de servicio, realizar verificaciones en situ de sus operaciones y establecer eficientes estándares de mediciones con la empresa contratada para conocer un poco más de su negocio, portafolios de inversiones y a qué tipo de clientes ofrece estos servicios. Siempre será sana la práctica de realizar como parte de los procesos de auditoría interna, cartas de confirmaciones que nos permitan obtener evidencias si dichos acuerdos de confidencialidad gozan de solidez y altos grados de garantías.

Por lo pronto, no cabe la menor duda de que el outsourcing y sus diferentes líneas de servicios representan un sólido desarrollo a las instituciones y microempresas, en cuanto a la especialización y pleno conocimiento de los servicios que se ofertan, así como las ventajas en sus costos competitivos para las empresas que lo demanden.
Berner Romero Siles.

 

Dictadura y redes sociales
En 2007, Daniel Ortega con la ayuda de Arnoldo Alemán regresa al poder. Había tenido una nada envidiable experiencia en la década perdida de los ochenta: confiscaciones, cárcel a la mayoría de la población, asesinatos de lesa humanidad, violaciones de todo tipo y la vulgar censura a todos los medios de comunicación, la gran censura incluía hasta los mensajes del cardenal Obando, no se podía hablar del gran boxeador Alexis Argüello.

Ortega prometió cambiar si votaban por él y aunque no ganó, Roberto Rivas lo designó y cambió para hacer una dictadura moderna y tecnificada. Al gran capital ya no les dijo ladrones sinvergüenzas ni burgueses vendepatria, ahora eran socios y se convirtió en el burgués y en el vendepatria más grande de nuestra historia. Ya no le decían macho negro al cardenal Obando, ahora le dicen su eminencia reverendísima. Al boxeador lo hizo alcalde de Managua sin necesidad de votos y después “se suicidó”.

Ortega con su poder absoluto desapareció la Contraloría y la Fiscalía y creó para su propio consumo la Unidad de Análisis Financiero, así compró la mayoría de los medios de comunicación con fondos del Estado y pasaron a propiedad de la familia Ortega-Murillo para defender el proyecto político-económico, desaparecieron los noticieros y se convirtieron en espacios de propaganda para que Rosario haga un aburrido y demagógico monólogo que solo ven y escuchan por la fuerza algunos funcionarios del Estado.

LA PRENSA, la Radio Corporación y las redes sociales son los únicos medios para informarnos de la verdad, así conocimos el peso internacional y el eco mundial de los premios otorgado a Ernesto Cardenal, Claribel Alegría (q.e.p.d.) y Sergio Ramírez, escritores y poetas que han puesto en alto a la nación pero están censurados porque no son del agrado de Rosario Murillo. Pero no todo es triste, hay momentos de reír: por un desmedido servilismo o buscando aumento salarial el director del Instituto Nicaragüense de Cultura inventó un premio literario para Rosario por ser “escritora y poeta”, realizaron un acto especial para la entrega, pero no llegó a recibir su “merecido” pergamino.

Hoy Rosario trabaja arduamente junto a los noventa diputados de su propiedad para crear una ley de regulamiento o censura contra las redes sociales donde se están conociendo muchas interioridades de las farsas y fraudes electorales que los ha mantenido en el poder, también se comienza a conocer la verdad sobre el enriquecimiento desmedido de los gobernantes y su círculo de confianza que nos ha colocado como una nación pobre y la más corrupta de América junto a Haití y Venezuela. Dios, y nosotros mismos salvemos Nicaragua.
Leopoldo Villalta López.

 

Stephen Hawking y Dios
Siempre he tenido mucho respeto por los ateos. Por los ateos, sí, por el ateísmo ninguno: me parece otra forma estúpida de religión. Y ello es porque un ateo necesita todos los días, repito todos, un impulso muy grande que le haga vivir. Y eso es muy difícil de hallar. Despertarse todos los días y encontrar a lo largo de todos ellos, motivos para vivir, me parece una tarea de titanes si no se cree en Dios. Por ello admiro a Stephen Hawking, a pesar de una enfermedad terrible que le iba paralizando lenta e inexorablemente, llegó a la edad de 76 años, manteniendo una actividad increíble para su inmovilidad, y demostrando que siempre hay motivos para vivir, aunque se sufra una enfermedad como la ELA, y a pesar de su ateísmo.

Porque ahora que ha fallecido, se incide de una manera insidiosa, en que Hawking era ateo, sobre todo; incluso antes que un astrofísico extraordinario y una persona admirable. Detrás de tanta reiteración, creo que existe una especie de declaración de intenciones ateizantes, algo así como: “Mirad, mirad, he aquí un gran científico y es ateo”. Como si ambas cosas debieran ir unidas, como si fuera imposible que un científico fuera religioso. La ciencia es el progreso y el avance y la religión el retroceso y la incultura. Craso error, hay muchísimos ejemplos de científicos notables que son personas creyentes, luego dicha idea no se sostiene. Por ejemplo, el padre Georges Lemaître, primer propagador de la teoría del Big Bang, o la Gran Explosión.

Gagarin, primer explorador astronauta y soviético, dijo: “Dios no existe, he salido de la atmósfera y no lo he visto”. Todo el mundo rió aquella inocencia, porque Dios no puede entrar en las ecuaciones de la física, o no sería Dios. Pero sin embargo se puede sentir su “presencia” de muchas formas, solo hay que abrirle un poquito la puerta de nuestro corazón.

Me imagino la cara de sorpresa de Hawking diciéndole: “¡Pero, sí existes!” Espero que Dios en su infinita misericordia lo lleve consigo, a pesar de su ateísmo (Dios es muy bueno y supongo que el sufrimiento por su enfermedad le suma muchos méritos, y de algún modo estudiar el universo es reconocer la inmensidad de su creación) y dentro de algún tiempo, poder darle un codazo suave en el costado y decirle: “Stephen, estabas equivocado”.
Alejandro Pérez.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí