Sigue trabajando duro, era la única frase que escuchaba Everth Cabrera de parte de los scouts cuando tenía 16 años de edad. Fue rechazado de la Academia de Dennis Martínez y por su propia cuenta asistía a try outs. Una vez le dijeron que esperaban verlo mejor en la siguiente oportunidad y el chavalo se lo tomó en serio y esta convicción fue la que llevó a Félix Feliz a firmado para los Rockies de Colorado, no sin antes llevarlo a República Dominicana para el visto bueno final de los evaluadores.
Pequeño, sin poder al bate, pero muy veloz y con un potente brazo, Cabrera era un prospecto marginal. Sin embargo, nadie mejor que él sabe trabajar duro para triunfar, y aunque más adelante fue atrapado por las malas compañías y los vicios, está en una nueva batalla por sobrevivir, por hacer lo que más le gusta, jugar beisbol.
Cabrera jugará con los Algodoneros de Unión Laguna de la Liga Mexicana. Originalmente se creía que iba a los Leones de Yucatán, pero los dueños también lo son de Unión Laguna y prefirieron enviarlo a este segundo conjunto.
No importa el equipo, sino la oportunidad, y Cabrera la tiene de nuevo, en busca de reconstruir su carrera profesional y alcanzar la estabilidad familiar.
Ya no es chavalo. Ahora tiene 31 años y sabe que cada día las oportunidades se van agotando, así que de él mismo depende si logra relanzar su carrera. El talento todavía está ahí, por lo menos el suficiente para establecerse en el circuito mexicano.
Su carrera
Cabrera debutó como profesional en la Liga de Verano de República Dominicana en 2004 con los Rockies y un año después ganó el título de bases robadas de este circuito con 43, un total que fue más alto que el de varios equipos completos. Esto le ganó su ascenso a los Estados Unidos.
El nandaimeño dio un gran salto en su carrera en 2008, al ser el líder en bases robadas de toda las Ligas Menores con 73. Estaba jugando en Clase A con Ashville y los Rockies no lo protegieron para el draft de la Regla 5, así que los Padres de San Diego no dudaron en tomarlo. También se conocería que los Azulejos de Toronto lo querían.
Cabrera hizo su debut en Grandes Ligas en 2009 y alcanzó la cúspide en 2012 al capturar el liderato de robos de la Liga Nacional con 44, con 19 estafas en sus últimos 23 partidos en mes final de la temporada.
El nica fue convocado al Juego de las Estrellas en 2013, en lo que parecía un inminente ascenso al firmamento de las Grandes Ligas, pero apenas semanas después fue suspendido por el uso de esteroides y en lugar de subir, inició una caída libre, añadiendo problemas familiares y adicciones, las que lo llevaron a rehabilitarse en Cuba en 2016.
Regresó luego a Nicaragua y jugó en la Liga Profesional. Los Medias Blancas de Chicago le dieron una oportunidad y estuvo en Triple A en 2017, antes de ser liberado a mitad de campaña.
No jugó en la pasada Liga Profesional de nuestro país porque se recuperaba de hombro desencajado, pero se preparó bien para el Pomares y ahora encontró una oportunidad en la Liga Mexicana y como él mismo ha dicho, esta podría ser su último chance por reinsertarse en el beisbol profesional internacional.