La embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, dijo este viernes que el Congreso aprobó una partida de diez millones de dólares para programas de gobernabilidad de Nicaragua, que forman parte del presupuesto 2017-2018.
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Sin embargo, la propuesta de presupuesto del presidente Donald Trump, para el año fiscal 2018-2019 —que establece suspender la ayuda que recibe el país a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid)—, es una decisión que está en manos del Congreso, explicó Dogu.
“El Congreso siempre tiene el derecho a decidir dónde quiere poner el dinero de los que están pagando impuestos en los Estados Unidos”, dijo Dogu sobre esta propuesta del Ejecutivo que debe ser discutida y aprobada en los próximos meses, para que entre en vigencia el primero de octubre de este año.
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Dogu explicó que la propuesta de reducir el presupuesto en el futuro no es exclusiva para Nicaragua.
“Han pedido mucho menos dinero por casi todos los países en el mundo, incluyendo Nicaragua”, dijo Dogu.
La representante federal republicana, Ileana Ros-Lehtinen, dijo que el mensaje de los Estados Unidos debe ser firme y de claro apoyo a la sociedad civil y al (restablecimiento del) Estado de Derecho en Nicaragua, en alusión a la propuesta de suspensión de ayuda para Nicaragua a través de la Usaid.
La congresista considera que la reducción gradual de ayuda de la administración estadounidense para los programas de democracia y gobernabilidad en Nicaragua “ha sido miope y poco aconsejable”.
“Las repetidas acciones antidemocráticas de Ortega, así como su alianza con regímenes deshonestos, han debilitado la seguridad y la estabilidad de los Estados Unidos y de nuestros aliados en la región”, sostuvo.
“Afortunadamente, el Congreso ha reconocido la importancia de estos programas y ha asignado continuamente fondos para ayudar a la sociedad civil a combatir las tácticas de represión del régimen (de Ortega), y para apoyar al pueblo nicaragüense en su lucha por restablecer el orden democrático y el respeto por los derechos humanos”, enfatizó.
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Estados Unidos ha venido recortando la ayuda a Nicaragua desde el período fiscal 2014-2015, momento en que asignó 12 millones de dólares; en el período 2015-2016, la ayuda se redujo a 10 millones; en el período fiscal 2016-2017 a 9.68 millones, y para el actual período 2017-2018, disminuyó dramáticamente a solo 200 mil dólares, fondos destinados solo a educación y formación militar internacional. Sin embargo, para el próximo período fiscal 2018-2019, Nicaragua no aparece en la propuesta de presupuesto de ayuda a través de Usaid.
A favor de sanciones
Ros-Lehinen se pronunció a favor de que Estados Unidos designe sanciones severas “para los partidarios del régimen y sus cómplices”.
“Aquellos que trabajan en contra de los valores democráticos y buscan como enriquecerse, a ellos, y a los partidarios corruptos del régimen, deben ser severamente sancionados. No es posible que estos secuaces pisoteen al pueblo y luego vengan a Miami de compras, a disfrutar de las libertades que este gran país ofrece”, afirmó.
Solicitudes de Congresistas
El pasado 20 de marzo, la republicana Ileana Ros-Lehtinen, junto a otros dos influyentes congresistas demócratas, Eliot Engel y Albio Sires, enviaron una carta a la administración estadounidense en la que le instan a “evitar apoyar a miembros del sector privado vinculados a corrupción, lavado de dinero y al régimen de Daniel Ortega”.
También han solicitado que se reconsidere la decisión de suspender la ayuda a Nicaragua a través de la Usaid, propuesta para el próximo período fiscal 2018-2019.