El número de muertes por sumersión en la presente Semana Santa llegó este domingo a 22 en Nicaragua, que el año pasado registró 21 víctimas, según datos divulgados por la Policía Nacional.
La cantidad de muertos por sumersión creció entre el 25 de marzo y las primeras horas de este 1 de abril, señaló la portavoz de la Policía local, Vilma Rosa González, en un informe preliminar.
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Los 22 fallecidos por ahogamiento representan 8 más que los 14 que reportó la Policía nicaragüense en los mismos días de la Semana Santa de 2017, y que aumentó a 21 en el reporte final de ese año.
La Policía reportó tres muertes al sur de la Laguna de Masaya. Los fallecidos fueron identificados como Stalin Geovanny Méndez Carballo y Miguel Ángel López Gutiérrez, ambos de 22 años, más un adolescente de 14 años.
Amigos murieron juntos
Otras dos víctimas fueron reportadas en el Bluff, en el litoral Caribe, que la Policía identificó como Keyton Allan Forbs, de 23 años, y Ariel Miller Polak, de 22 años. Ambos eran amigos y sus cuerpos ya fueron encontrados.
En el río Malacatoya, al norte del Gran Lago de Nicaragua, falleció José Ramón Meneses, de 42 años, y en el Lago de Apanás, un cuerpo de agua artificial en Jinotega, murió Julio César Blandón Ruiz, de 40 años.
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La Semana Santa es una de las épocas del año que más muertes por sumersión registra en Nicaragua, debido a la cantidad de personas que visita los balnearios, aprovechando las vacaciones de la temporada.
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La Policía Nacional mantiene cobertura en 92 destinos turísticos y 442 balnearios de Nicaragua. En 2017 las autoridades registraron 21 muertes por sumersión durante las vacaciones de la Semana Santa.
Nicaragua calcula que cerca de tres millones de personas se movilizarán durante toda la Semana Santa a diferentes balnearios y otros sitios de recreo en el país centroamericano.