Aunque todavía está en elaboración el plan de trabajo que se pondrá en marcha con la ampliación de carriles en un tramo de 11.8 kilómetros de la Carretera Nueva a León, la empresa que ejecutará el proyecto ya decidió que la intervención empezará en Mateare, con dirección a Managua.
La resolución tiene una justificación técnica: resulta que en el sector de Sacos Macén, que será la última parte a desarrollar obras, es la que más requiere reubicar postes y cables, acciones que llevan tiempo porque le corresponde hacerlo a las empresas dueñas de telefonía y energía.
La necesidad de duplicar los carriles en 11.8 kilómetros de vía y construir tres nuevos puentes es debido a que la infraestructura actual es insuficiente para el volumen de tráfico que se reporta a diario, al superar los 21,000 automóviles.
La Carretera Nueva a León está saturada de vehículos principalmente por el boom habitacional e industrial que se ha dado en las últimas décadas en la zona; también, en segundo plano estuvo que la Carretera Vieja a León -el otro eje para viajar a Occidente-estaba destruida y el transporte de carga nacional e internacional se trasladó de corredor.
Mejorar conexión con el Occidente
En 2015 los consorcios de empresas a cargo de la reconstrucción de los 50.6 kilómetros de la Carretera Vieja a León, finalizaron los trabajos viales. Desarrollar obras en esta vía y la Nueva a León es para que sea más rápido y fácil viajar hacia el Occidente y la frontera con Honduras, disminuyendo el tiempo y los costos.
Está previsto que la ampliación de carriles en la Carretera Nueva a León esté lista en el segundo trimestre del 2020.