1. En una nota periodística del Diario LA PRENSA, el padre Santiago Anitua, a la pregunta —“después de la guerra” ¿cómo ve usted la sociedad nicaragüense?, contestó: “Tengo la impresión que es una sociedad enferma física, mental y espiritual”. Luego preguntaron: “¿Cómo ve a Satanás a la altura del inicio del siglo XXI? Contestó: “El engañador anda suelto buscando cómo posesionarse y convertirnos en enemigos de Dios”. Este sacerdote fue asesor espiritual y profesor de la UCA en la primera década; hombre virtuoso, de dones y capacidades especiales como la de la práctica del exorcismo. Actualmente el cuadro de conducta patológica es más crudo: crímenes espeluznantes a padres, madres y hermanos; avance abierto de las drogas y el alcoholismo; saña brutal a mujeres y niños; insensibilidad ante el necesitado y rechazo a lo espiritual.
2. Dice el sociólogo Cirilo Otero que es un pueblo que resuelve sus necesidades y sobrevive cada día; que sigue siendo monocultivista y cree que está avanzando en su desarrollo, pero que es un país con las haciendas señoriales y los colonos alrededor. Donde el 10% lo forman millonarios empresarios y los nuevos grandes ricos con ganancias muy altas y de manera rápida; el 30% lo forman las diferentes clases medias y el 60% los trabajadores y el pueblo, que se han acostumbrado a vivir con ingresos mínimos y casi de miseria en muchos lugares, todos los días sobreviven, por eso se dice que el Señor no desampara. Un pueblo cristiano con variadas denominaciones que crece poco a poco en fe y en oración en su diario vivir. Una bendición es el crecimiento de las remesas familiares que van directo a las necesidades del pueblo trabajador y de los pobres. No hay forma para el ahorro y favorecen a mantener el statu quo y la sobrevivencia.
3. Según el doctor Benjamín Cortez, rector de la Universidad Evangélica, el crecimiento económico no está llegando directamente al pueblo, que tiene una educación sin calidad y que se está quedando obsoleta por lo que reclama el 7% para la educación pública. Afirmó que unas 250,000 familias no tienen acceso a la tierra y que urge una reforma agraria integral. Un pueblo que tiene que pagar el crecimiento de las deudas del Gobierno; donde se crean nueva base legal y exenciones de impuesto a los millonarios empresarios del turismo, industria y medios de comunicación. Que tiene una pobreza impresionante en la Costa Caribe y grandes sectores rurales en el norte del país; un país que tiene recursos para mejorar al pueblo; con suficiente tierra rica y maravillosa. Donde hay escasez del trabajo formal que les protege los derechos laborales y en beneficios del INSS; donde hay miles de graduados universitarios en el trabajo informal en los mercados y calles de la ciudad capital. Donde la clase adinerada tiene sus centros privados bilingües desde preescolar hasta la universidad y sus clubes sociales.
4. En los últimos años el gobierno ha hecho mejoras significativas para el turismo y la capital. Proyectos y programas populares en que se destacan las construcciones de viviendas sociales, el mejoramiento del nivel de la seguridad ciudadana, la concienciación ante los desastres naturales. Se destaca el rescate de la vieja Managua con un atractivo histórico y turístico; la promoción de los deportes para el pueblo con la construcción del Estadio Nacional Dennis Martínez y el complejo deportivo Alexis Argüello, la alegría en las celebraciones de la Purísima y de los nacimientos. El Puerto Salvador Allende y el Paseo Xolotlán; el primer parque acuático del país. Los programas y gestiones, hasta los árboles de lata de doña Rosario Murillo Zambrana.
5. Los analistas políticos dicen que en el país vive el señor de los cinco anillos: 1) para proteger la riqueza de su familia, 2) los nuevos millonarios de préstamos en la mejor época venezolana y sus empresas, 3) un fuerte sector de empresarios privados, 4) la élite de altos oficiales jubilados y activos del Ejército y la Policía, 5) inversionistas extranjeros en el país. Un golpe en la mesa del señor de los anillos suena en todo el país y produce variadas reacciones. Yo me quedo pensando en lo que dijo una articulista: “Estamos bien, pero vamos mal”.
El autor es exasesor del Mined.