Han pasado nueve meses (agosto 2017) desde que el Juzgado Sexto Distrito Penal de Audiencia de Managua ordenó levantar el sigilo bancario para tres sociedades vinculadas al guatemalteco Alejandro Sinibaldi, exministro de Transporte en ese país, quien creó sociedades de papel en Nicaragua presuntamente para lavar dinero, en el caso conocido como Construcción y Corrupción en Guatemala- y no se ha sabido nada de los resultados.
Mientras en Guatemala, esta semana nueve empresarios se declararon culpables en este mismo caso y fueron sentenciados a cinco años de prisión conmutables y a multas de 500 mil y 100 mil quetzales, mediante un procedimiento abreviado a cargo de la juez de Mayor Riesgo D, Éricka Aifán, según publicó un diario guatemalteco.
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Los procesados también deberán financiar la construcción y reparación de tramos carreteros como resarcimiento de daños y tienen que ofrecer una disculpa pública a la población a través de un medio de comunicación masiva “por el delito cometido y el daño causado, garantizando que no lo volverán a cometer”, informó el Ministerio Público de ese país.
Información financiera fue enviada
En Nicaragua, las sociedades investigadas son Arqco Outsourcing SA, Inversiones MJS SA y Don Nico, SA, todas creadas en Nicaragua; la primera en el 2006 y las dos últimas en el 2016, según datos del Registro Público Mercantil de Managua.
También se investigó a Ninoska del Socorro Mejía Chávez, quien fungía como representante legal y gerente de país de Arqco en Nicaragua, el guatemalteco Luis Rodrigo Sinibaldi Aparicio —hermano del exministro guatemalteco Alejandro Sinibaldi Aparicio— constituyó la empresa Arqco Outsourcing, SA, casi como dueño absoluto, el 30 de marzo de 2006. Se adjudicó el 99 por ciento de las acciones, según los documentos legales de la empresa y el guatemalteco Fabio José Báez Luna
Según una fuente judicial la información financiera de los investigados fue enviada por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif) al Juzgado y a la fiscal general de la República, Ana Julia Guido, pero esta información no se valoró en el Ministerio Público, sino que fue entregada supuestamente de forma inmediata a la Secretaria del Frente Sandinista, desde donde despacha Daniel Ortega, presidente de la República, designado por el Consejo Supremo Electoral.
Los empresarios condenados son Álvaro Mayorga Girón, Juan Luis Tejada Argueta, José Luis Rodrigo Agüero Urruela, Rafael Ángel Díaz Fión, Rafael Ángel Díaz Samos, Jesús Augusto García Ibáñez, Pedro Luis Ramón Rocco Arrivillaga y Allen Robert Krebs Wickfors.
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Los empresarios se declararon culpables de haber cometido el delito de cohecho activo en el caso de corrupción en el Ministerio de Comunicaciones cuando Alejandro Sinibaldi, prófugo de la justicia y supuesto cabecilla de la estructura, dirigía esa cartera. Según el MP, los empresarios condenados se beneficiaron económicamente de la red, en la que tres empresas de cartón facturaron millones de quetzales provenientes de sobornos por servicios que nunca prestaron.
Las compañías Constructora Benellia S.A., Agropecuaria y Constructora Agua Azul S.A., y Agropecuaria El Florido S.A estaban ligadas a Sinibaldi y eran manejadas por una red de operadores.
En Nicaragua U$ 900,000
Según declaró a LA PRENSA el fiscal Juan Francisco Sandoval, jefe de la Fiscalía Especializada contra la Impunidad en Guatemala, la filial de Arqco en Nicaragua es “una empresa pantalla”. Arqco se dedica en Nicaragua a tercerizar servicios contables, administrativos, entre otros.
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) expresó que el grupo Sinibaldi creó cinco sociedades anónimas en el 2016 en Nicaragua con la intención de lavar dinero.
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Según el fiscal Sandoval, a través de estas sociedades se lavaron 900 mil dólares en Nicaragua, donde supuestamente simulaban préstamos de sociedades establecidas en Guatemala hacia las creadas en Nicaragua y luego este dinero regresaba limpio en forma de pago a Guatemala.
El Banco ProCredit de Nicaragua fue el único que informó que dichas sociedades intentaron hacer dos transacciones bancarias a través de ellos, una por 400 mil dólares y la otra por medio millón de dólares, pero no se finiquitaron porque no lograron demostrar el origen de los fondos. Sin embargo, según la Cicig el grupo Sinibaldi logró hacer las transacciones a través de otras entidades bancarias, información que aún se desconoce.