Agua de color blanquecina y con olor a lodo están recibiendo los pobladores de los barrios La Providencia, Jorge Smith, La Planta y Jorge Martínez, en Boaco, quienes han denunciado el mal servicio de agua potable recibido de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal).
LA PRENSA intentó conocer ante dicha institución qué está causando el mal servicio, pero Enacal es una de las instituciones más herméticas ante los medios de comunicación en la ciudad.
De acuerdo a Nelson Miranda, poblador del barrio La Providencia y exconcejal, el agua que está llegando a su barrio “huele a podrido”. “El vital líquido está llegando al hogar hediondo, eso causa en los pobladores del barrio perjuicios como dolor de estómago y diarrea, nosotros queremos que tanto Enacal como la Alcaldía, que trabajan coordinados este tema nos den una respuesta”, agregó.
Según los pobladores afectados, la situación lleva aproximadamente unos quince días y hasta el momento Enacal no ha emitido algún perifoneo explicando por qué el agua potable está llegando así a los hogares en estos barrios.
Mal servicio es problema recurrente
Por su parte, José Francisco Ponce, delegado departamental del Instituto Nacional de Defensa al Consumidor (Indec), señaló que en el municipio de Boaco el servicio del agua potable es un problema recurrente, puesto que no cumple con las tres directrices de la normativa: calidad, cantidad y continuidad.
“Más de una vez hemos tenido quejas y denuncias de este servicio por parte de los usuarios, que el agua llega de mala calidad, insalubre, contaminada, a veces llega demasiado sucia, entonces, el usuario siente que está pagando un servicio, pero no lo está recibiendo a como debe ser”, detalló Ponce.
Los pobladores de la ciudad de Boaco reciben agua potable a través de dos fuentes: la primera es la represa El Diamante, ubicada en el barrio Anexo San Miguel; mientras que la segunda es por medio de varios pozos perforados que están distribuidos en varios puntos de la ciudad.
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Para Ponce estas denuncias no son casos aislados, puesto que generalmente afectan a barrios enteros y a veces a más de un vecindarios. “Una de las cosas es que Enacal no informa sobre la problemática, simplemente calla, hace caso omiso sobre esto. Mandan los perifoneos para hacer cortes (del servicio), para el cobro, la factura llega a tiempo, pero el servicio no lo están dando a cómo debe de ser”, añadió.
Asimismo, instó a la población a hacer sus denuncias ante la institución, hacerlas públicas ante los medios o al Indec, como una manera de presionar para que Enacal sepa que los pobladores no están satisfechos con su servicio.