El recorrido en lancha de San Carlos hasta El Castillo o hasta San Juan de Nicaragua, sobre las aguas del río homónimo, es una aventura que debería ser vivida por todos los nicaragüenses. Los rumores citadinos que traen consigo los habitantes del Pacífico se disipan rápidamente en la paz que se respira navegando el dulce caudal de la vía de transporte.
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El río es hogar de tortugas, garzas y lagartos. Entre la vorágine de verdor también se asoman animales que se van acostumbrando a convivir con el hombre navegante, que se ha sedentarizado en las riberas.
En Revista Domingo trepamos a una embarcación y retratamos el paseo a través del lente de nuestro fotógrafo Jader Flores.
Vista desde la parte alta del Castillo de la Inmaculada Concepción, la fortaleza del siglo XVII que da nombre a la comunidad. Aquí se aprecia el camino “río abajo”, buscando San Juan de Nicaragua y el mar Caribe. Siguiendo ese camino acuático por unos cuantos kilómetros comienza la frontera natural con Costa Rica por el río. La tierra del costado izquierdo (al norte de río San Juan) será siempre Nicaragua y un poco más adelante, la del costado derecho de la imagen (al sur del río), será Costa Rica.
Un lagarto deambula por el río San Juan.
El Puente Santa Fe, inaugurado en 2014, es el más largo de Nicaragua, con una longitud de 362 metros. El viaducto costó 30 millones de dólares y fue construido con todas las medidas antisísmicas gracias a la cooperación japonesa en Nicaragua. El puente cruza el río San Juan con la intención de alcanzar unos pocos kilómetros después el puesto fronterizo nica y tico llamado Pancho-Las Tablillas.
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Tortugas toman el sol sobre un tronco caído en la ribera del río San Juan. Suelen ir en grupos de su misma especie reptiloide.
Rafaela Herrera, la criolla española considerada heroína nacional de Nicaragua, replegó a piratas ingleses que buscaban invadir Granada en julio de 1762 gracias al fuego que escupieron sus cañones desde lo alto del Castillo. La estructura está ubicada en un punto elevado estratégico para controlar el tráfico de navíos que buscan adentrarse o alejarse del Pacífico nicaragüense. Hoy el Castillo de la Inmaculada es un museo que incluye una galería de artículos que se han encontrado en el lugar. Botellas, vasos de la época y también restos de embarcaciones del pasado.
Pintorescas casas del poblado El Castillo. En estas viviendas sobre el río que saludan a los pasantes encontramos coloridos hoteles, hostales, restaurantes y demás negocios de los lugareños. Según los últimos datos oficiales la población de esta comunidad apenas supera las 20 mil personas.
Esta garza es parte de la fauna que se divisa sobre el río. Los caminos en esta zona de Nicaragua son acuáticos y están decorados con naturaleza viva. El huracán Otto de finales de 2016 dejó árboles y ramas caídas a lo largo del río.
Esta embarcación a motor sale de la comunidad cercana de Los Sábalos. Este es el transporte urbano común en esta zona.