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Los universitarios

Querida Nicaragua: Las universidades siempre han sido faros de libertad para los pueblos sojuzgados por dictaduras y sus protagonistas han sido los muchachos universitarios. En el siglo pasado cuando el siempre recordado doctor Mariano Fiallos Gil y el secretario general doctor Carlos Tünnermann lucharon frente al gobierno de Luis Somoza Debayle hasta conseguir la autonomía universitaria, los estudiantes tenían plena libertad para iniciar sus protestas en contra de los gobiernos dentro de la misma universidad y fuera de ella. La verdad es que los estudiantes universitarios siempre han protestado ante las injusticias de los gobiernos con o sin autonomía. Lo hicieron desde el año 1944 cuando el general Somoza García estaba aferrado a la presidencia y pretendía continuar tal como lo hizo hasta 1947. Los estudiantes iniciaron la protesta, si mal no recuerdo frente a la embajada americana, situada frente a la esquina suroeste del Parque Central de Managua. Ellos fueron culateados por la Guardia Nacional, pero hicieron una protesta heroica. A los pocos días y en protesta por la culateada a los estudiantes hubo una protesta de mujeres enlutadas la que fue igualmente atacada por la Guardia y por turbas nicolasianas, fuerzas de choque del somocismo.

Desde aquellos lejanos días no habíamos visto una protesta estudiantil. Desde el año 79 los “muchachos revolucionarios” acabaron con la autonomía de la Universidad y pusieron por encima del rector a un guerrillero que era quien daba todas las orientaciones del caso. La consigna era “con la revolución todo, contra la revolución nada”. Durante todos estos años, más de treinta, los estudiantes no saben lo que es la autonomía universitaria, ni siquiera saben definirla algunos de ellos, pues no la han disfrutado y más bien la entienden como algo así como la administración de las universidades.

Por esto es altamente esperanzador observar cómo frente a la desgracia del incendio en la reserva forestal de Indio Maíz los estudiantes hayan protestado exigiendo del Gobierno información constante y veraz y libertad de movilización para el periodismo nacional e internacional desplazada para cubrir la tragedia. Protestan además por el desprecio hecho a la vecina Costa Rica, cuando el gobierno danielista rechazó la ayuda que venían a dar cuarenta bomberos costarricenses. Naturalmente que los estudiantes fueron obstaculizados antes de llegar a la Plaza de las Victorias por miembros de la Policía, mientras este mismo cuerpo armado protegía una manifestación sorpresiva que reunió el gobierno con la llamada Juventud Sandinista revuelta con algunos diputados de la aplanadora danielista. Al parecer en la “Nicaragua libre” no hay libertad para reunirse y protestar. Tampoco hay libertad para poder conocer las noticias no gubernamentales, pues no se permitió al periodismo libre la entrada a la zona colindante a la Reserva Indio Maíz.

Esto es lo que protestan los estudiantes que han comenzado a despertar y a salir a las calles a reclamar sus derechos ciudadanos de libre movilización y de libre información frente a una tragedia muy grave como ha sido el incendio de la Reserva Indio Maíz.

No hay mal que dure cien años y los pueblos van despertando. Despierta sobre todo la juventud, la que no quiere heredar a sus hijos más dictaduras como las que han asolado nuestra tierra durante más de cien años. Es la sociedad civil la que despierta, pues los partidos políticos juegan solo en los años electorales y buscando otros fines. En las protestas universitarias no hay politiquería, nadie busca ningún cargo público, se reclaman derechos políticos y humanos, democracia, transparencia en las actuaciones de los gobernantes. Y es la juventud universitaria la que en todos los países logra las conquistas democráticas y las libertades que los pueblos reclaman. Aquí en nuestra Nicaragua estamos reclamando nuestros derechos desde hace largo tiempo, por eso es una gran esperanza que el movimiento estudiantil haya despertado de un largo letargo. Ellos son los futuros dirigentes de la patria.

El autor es director de Radio Corporación.

Opinión universidades universitarios archivo
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