Ivonne Matus corrió con la suerte de esperar solo media hora para que pasara el bus que le llevaría de regreso a casa, ubicada en la colonia 9 de Julio, porque el Gobierno volvió a ocupar parte de la flota para movilizar simpatizantes y trabajadores estatales a una marcha a favor de la paz.
Esto ocurrió un día después que el mismo Gobierno lanzó a miembros de la Juventud Sandinista, motorizados armados con palos y tubos y antimotines a golpear a quienes protestaban por las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).
Desde antes de la hora pico, las paradas de buses estaban llenas de usuarios, optando una parte a pagar el servicio de taxi para regresar a casa, al esperar por casi una hora y no pasar su ruta.
No obstante, horas previas a que ocurriera, LA PRENSA habló con Danilo Sánchez, dirigente del transporte colectivo y allegado al sandinismo, y aseguró que no habría afectación a la población. Mintió.
“Nosotros estamos poniendo nuestro granito de arena, eso es donado”, respondió Sánchez al consultarle este medio cuánto dinero recibiría cada dueño de bus por trasladar personas a la Plaza de las Victorias, que fue el punto central de reunión del oficialismo.
Misma receta con los buses
La utilización de una parte de la flota de buses que conforma el Transporte Urbano Colectivo (TUC) es frecuente en el Gobierno. Son 835 unidades en total y a veces ha hecho uso de más de la mitad.
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Este jueves Sánchez permaneció toda la mañana cerca de las oficinas centrales del Ministerio de Educación y Alcaldía de Managua, coordinando vía telefónica la cantidad de buses a utilizar.