La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) demandó en un comunicado la noche del viernes que el ejecutivo de Daniel Ortega derogue las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que han provocado una jornada de cuatro días de protestas en distintas partes del país.
El comunicado fue firmado por el Arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, y por el secretario de la CEN, el obispo Abelardo Mata. En ese documento, los líderes religiosos instan a Ortega “a escuchar el grito de los jóvenes nicaragüenses y la voz de otros sectores que se han pronunciado al respecto de las reformas al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y derogar las reformas a las políticas de dicho instituto publicadas recientemente en la Gaceta (Decreto Presidencial 03-2018)”.
“Reprobamos todo brote de violencia que enfrenta a los hijos de una misma nación. Las acciones represivas ejecutadas por miembros afines al gobierno alteran la paz”, expresó la CEN.
Las protestas contra las reformas del INSS, que aumentan la cuota de los trabajadores y empleadores al sistema de seguridad social, iniciaron el martes cuando Miembros de la Juventud Sandinista y motorizados– ambos miembros del aparato de represión del FSLN– atacaron a jóvenes universitarios y ancianos para evitar que protestaran en Managua. Las agresiones ocurrieron frente a la mirada pasiva de la Policía Nacional y con el respaldo de Rosario Murillo, vicepresidenta designada, quien llegó a calificar como “legítima defensa” la actuación de las turbas sandinistas.
Jesuitas: Actuaron con saña
La Compañía de Jesús, que dirige la Universidad Centroamericana (UCA), rechazó también la violencia de los grupos simpatizantes del gobierno de Daniel Ortega que atacaron el martes en la noche a estudiantes que protestaban frente a esa casa de estudios en contra de las reformas al Instituto Nicaraguense de Seguridad Social, aprobadas por el ejecutivo. Los agresores causaron destrucción en el recinto.
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“Rechazamos la agresión física que se ejerció de manera injusta y desproporcionada en contra de los estudiantes y demás ciudadanos que el miércoles 18 de abril protestaban pacíficamente desde el portón principal de la UCA. La imágenes y videos divulgados en los medios de comunicación mostraron la saña con que grupos simpatizantes del gobierno actuaron contra nuestros estudiantes, trabajadores y autoridades de la universidad. Fueron cuantiosos los daños causados a nuestras instalaciones como parte de dicha agresión, ataque realizado de forma impune al contar con la indiferencia y la pasividad de la Policía Nacional”, manifiestan los jesuitas en un comunicado.
Los jesuitas piden que “se emprenda un diálogo nacional que reconduzca pacíficamente al país en una dirección de desarrollo integral, de justicia social y ecológica”.
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